El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

31 octubre 2019

EL VERDADERO ENEMIGO DEL CIUDADANO

Se suceden cartas en la prensa en contra del ciclista urbano, sin valorar debidamente su beneficioso respeto con el medio ambiente. No solamente no contamina, sino que en caso de accidente las heridas causadas suelen ser de pequeña consideración. No aparece, sin embargo, ninguna carta en contra del automóvil, que es el ‘depredador’ urbano por excelencia, que acaba con la vida de otros automovilistas, motoristas, ciclistas y peatones. A estos últimos, en ocasiones, hasta en los pasos de cebra, semáforos o cuando caminan por el arcén. Es además el desencadenante de la polución que provoca el devastador efecto invernadero, causante del cambio climático que estamos padeciendo, y múltiples enfermedades de tipo cancerígeno y cardiovascular. Sin embargo sobre él guardamos un absoluto, tolerante y cómplice silencio, demostrativo de que muchas veces cometemos la injusticia de consentir todo al poderoso, mientras que al débil ni agua … y palo.
A. José Salas, en Cartas al Director de El Diario Montañés.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Con perdón, pero creo falta algo a tener en cuenta en tu proclama pro-bicicleta. Las disputas coche-peatón existieron en su momento y la legislación al respecto definió por dónde debe circular cada cual. Parecía estar claro que los coches por la calzada y los peatones por las aceras salvo los peatones al cruzar que debían hacerlo por los pasos de cebra.
El problema actual es que para los usuarios de la bicicleta todas las vías son aptas para su uso y disfrute. Es frecuente ver a un ciclista circular por la acera según le parece en sentido y velocidad, cruzar por un paso de cebra y continuar por la acera de enfrente, incluso habiendo un carril de 30 Km/h instalado para que sean ellos preferentes. Si a eso añadimos los patinetes, de empuje animal o eléctrico que utilizan los mismos criterios, la realidad es que empieza a ser una profesión de riesgo el ser peatón. La población envejece y cada vez se ve más gente mayor por las aceras, espero que no haya que establecer horarios para que un abuelo y sus nietos alternen el uso de las aceras con los velocípedos para poder disfrutar del paseo. Una norma adecuada y problema resuelto. Espero la hagan pronto.

Abuelo feliz dijo...

Yo, sin embargo, cada vez que veo una bicicleta pienso: un coche menos. ¿Estaré incoscientemente deseando un mal a los ciudadanos en general y a mis nietos en particular?

Médico de Familia dijo...

Cuando un paciente presentas dos sintomatologías, una grave (de tipo cancerígeno o cardiovasvular) y otra leve (ligeras contusiones), lo más aconsejable es tratar de poner remedio a aquella que presente un mayor riesgo para la salud del enfermo.

Palacios dijo...

Yo me acuerdo, y echo en falta, cuando en Corrales no había apenas señales de tráfico e íbamos en bicicleta por todas partes, aparentemente sin riesgo. Una vez me metí en bici contra la acera del supermercado Danubio (sí, eso de meterse en bici por la acera no es cosa reciente), y casi me llevo por delante a Martínez el peluquero; el cual, con su característica labia, me empezó a hablar, pacientemente, sobre los derechos de unos y de otros. Pero yo era muy orgulloso, y labia tampoco me faltaba, y entonces me puse a contrarrestarle con otros argumentos, no recuerdo cuáles. A lo cual, cortó en seco la conversación, y me dijo, poniéndome la mano en el hombro: "Mira, chaval: haz lo que te salga de los c...".

Anónimo dijo...

Quitamos riesgo cardiovascular.Eliminamos coches. Luego veremos qué interesa más, si morir del corazón o de hambre. El coche no contaminante está ya aquí. Regular la circulación de monopatines, bicis, etc. no debe ser muy difícil. Y que uno pueda deambular por las aceras de tu barrio sin incertidumbres, muy gratificante.

José dijo...

Vistas las distintas opiniones de los participaciones, creo tener un atisbo de solución que pudiera ser viable y que intentaré llevar nuevamente a la prensa, esperando poder aportar algo positivo, aunque no puede garantizar que lo publiquen.
Gracias a todos por vuestras enriquecedoras aportaciones.