El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

16 septiembre 2020

LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN Y PLAZA DE LA PONTANILLA

Pasados los años, la Corporación municipal se plantea el inicio de retirada de algunos nombres de nuestras plazas y calles, que recordaban a la época del general Franco. El primer intento de cambio, se va a producir sobre la plaza y la calle que llevaban nombres de dos de los símbolos de la que unos denominan la Dictadura y otros, la época de paz y prosperidad. 
El día 5 de diciembre de 1983, se asiste a un pleno municipal, presidido por Clemente Ontoria, alcalde perteneciente al PSOE. También estaban los representantes de todas las formaciones políticas que habían obtenido concejalías municipales: el PSOE, el AP, Unidad Falangista y PCE. Pero además, según las fuentes escritas y orales a las que he tenido acceso, al pleno asistió un elevado número de vecinos, hasta el punto de que las crónicas hablan de “un salón de actos lleno a rebosar”. Hay que indicar, que la Corporación municipal presentaba dos ausencias, una concejala del PSOE, que presenta su dimisión por traslado de residencia fuera del municipio, y otra del Teniente alcalde, también, del PSOE, que no pudo asistir a la reunión. 
La Corporación tenía muchos puntos a tratar, pero es en el punto trece, donde se produjo la polémica. 
En el punto número trece, se plantea el cambio de nombre de dos plazas y una de las calles principales del pueblo. A propuesta del PSOE, la plaza del Generalísimo, pasaría a denominarse plaza de La Constitución, la plaza de José Antonio Primo de Rivera recobraría su nombre de siempre, plaza de La Pontanilla y, por último, la calle principal del pueblo que recibía el nombre de una de las principales autores del golpe de estado, General Mola, pasaría a denominarse Avenida Cantabria. 
Presentada la propuesta por el Acalde, se da paso a la intervención de las formaciones políticas que integran la Corporación municipal. La primera intervención, corre a cargo de Mendiguchia, concejal de Unidad Falangista. Este afirma, que el grupo municipal considera que los nombres propuestos son aceptables, siempre que se utilicen en la denominación de nuevas calles, y no para sustituir los nombres de las calles existentes. Además, su formación muestra su desacuerdo con que se esté hablando de retirada de nombre de plazas, cuando se les había indicado que se trataba de cambios de nombres de calles, no de plazas. En todo caso, afirma que el voto de Unidad Falangista será en contra de dicho cambio. 
Por el Grupo Popular, el concejal Carretón, manifiesta que está de acuerdo con lo manifestado por Mendiguchia y que se plantearan el impugnar el acuerdo. Cree, que el cambio del nombre de calles ya se había tratado con el alcalde anterior y que se había acordado posponerla para cuando las cosas estuvieran más calmadas. En cambio, considera que el actual alcalde, se está dejando manejar por determinadas personas y que debiera tomar las riendas de la Alcaldía y si no era capaz que dimita, pues se está dividiendo al pueblo. 
Por el PCE, habló Mantecón, manifestando su desacuerdo con los problemas que estaban generando una parte de los vecinos, y felicitando a aquellos que habían sabido comportarse. Manifestó, que la propuesta había sido planteada por su partido el año anterior, el día de la Constitución, pero no se había tenido en cuenta. Por otro lado, manifiesta que la nominación de esos nombres, se había llevado a cabo en un periodo en el que no había libertades. Por todo ello, apoyará la propuesta del Alcalde y trabajará para cambiar el nombre de las calles fijados durante el gobierno de Franco. 
Las respuestas de Salmones y de Mendiguchia, los dos concejales de la Unidad Falangista no se hizo esperar. El primero, consideraba que esta moción no era un homenaje a la Constitución, sino una revancha contra la época anterior. Mendiguchia, consideraba que había muchos problemas más acuciantes para el pueblo que el de cambiar de nombre las calles, que lo único que provocaba era el enfrentamiento entre vecinos. 
Parece ser, que hubo un cierto reproche al Alcalde, por la pertenencia en su juventud al Frente de Juventudes. Pero si nos trasladamos a aquella época, eran muchos los jóvenes del pueblo que se apuntaban en la OJE, como un medio de acceder a viajes, charlas, visitas culturales, permanencia en campamentos de verano. Evidentemente había un intento de transmisión de ideas de la Falange, pero no siempre surgía el efecto deseado. Muchos de los que pasaron por OJE, con el paso del tiempo sus ideas políticas se desplazaron hacia postulados diferentes. 
En todo caso, volviendo al pleno municipal, la cuestión se resolvió con la votación de la propuesta presentada por el PSOE. En el momento de iniciarse la votación, los concejales de la formación política Unidad Falangista se retiraron de la Sala, siendo recibidos con aplausos por los vecinos que habían sido expulsados anteriormente de esta. La votación, fue favorable al cambio de denominación de las calles, con los votos a favor del PSOE y del PCE y, por el contrario, con la oposición del Grupo Popular. 
Fue una sesión de las que casi nunca se había producido en el salón municipal por el cambio de nombres de las calles. Gritos, insultos, lanzamientos de naranjas, huevos, piedras, con la consiguiente expulsión de los vecinos que asistían al pleno a la reunión de la Corporación municipal. En todo caso, se aprobó la proposición. 
Así todo, en días posteriores el tema siguió estando en boca de todos los vecinos, por cuanto el Alcalde Clemente Ontoria, dirige una carta al diario Alerta, explicando los motivos que le han llevado al cambio de nombres de dichas calles y plazas. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con su opinión, pero lo que sí es cierto es que no siguió los pasos dados durante la II República ni durante la Dictadura, cambios de unos nombres por otros de personas cercanas a su ideología. 
Días más tarde, Ramón García – Salmones Salas, publicó en el Alerta una carta en la que recrimina la actitud del Alcalde. Es una carta con una dura crítica al Alcalde, dado que considera que el cambio de nombres no consigue la reconciliación sino el enfrentamiento. Igualmente, que José Antonio Primo de Rivera representa unas ideas, una forma de actuar, que todas las personas deberían conocer. Los vecinos deben poder disfrutar de calles y plazas, sin que importe el nombre de las mismas. 
En todo caso, la decisión estaba tomada, aceptación del cambio del nombre de las dos plazas y de la calle principal del pueblo. Pero las cosas no terminaron aquí. Hubo que esperar muchos años a que definitivamente el nombre dichas plazas y calle aparecieran reflejadas en placas con dicho nombre. Parece ser que, una vez tomada la decisión se olvidó el tema o, consideraron que no era necesario pasar otra vez por el mismo trance. 
De hecho, hay que esperar al 21 de octubre de 2012, siendo Alcaldesa del municipio Mercedes Toribio y bajó la supervisión del concejal Joaquín Espinosa Mazón, para que se proceda a la instalación de la placa de Plaza de La Constitución, que durante mucho tiempo se denominó como Plaza del Generalísimo. Muchos años han pasado, 29 en concreto, desde el momento en que la Corporación municipal, presidida por el Alcalde Clemente Ontoria, tomara la decisión del cambio de dicho nombre. Tampoco podemos olvidar, que hasta el año 1998, en que se comienza a demoler el antiguo Ayuntamiento municipal, en su fachada principal se conservaba la placa de Plaza del Generalísimo. Se produjo la demolición del edificio y, parece ser que también de la placa. Desconozco el motivo de la destrucción de la placa, pues no creo que la destrucción de la misma, acabase con los 40 años de gobierno de Franco. En todo caso, cuando uno trabajaba en excavaciones arqueológicas, cuando en un yacimiento nos encontrábamos una hoja de sílex o de cuarcita, no pensábamos qué se había hecho con ella, solamente nos daba información de un período. Cuando en yacimientos romanos nos encontrábamos monedas, cerámica “terra sigillata”, o simplemente una pequeña inscripción, no pensábamos quien era el que aparecía en aquella moneda, quien había firmado la cerámica, o a quién se refería la inscripción. Nuestra función era recuperarla, limpiarla y clasificarla. Otros la estudiarían y sacarían las conclusiones de uno u otro tipo, que sirve para conocer mejor nuestra historia. Mi opinión, es que no deberían destruirse las cosas por el hecho de pertenecer a un signo político u otro. Lo que hay que hacer es combatir las ideas, con otras más humanas. 
En ocasiones, me salgo de lo que estamos tratando, así que volvamos a lo que nos interesa en estos momentos. La plaza principal del pueblo ha recuperado el nombre que había tenido ya en el siglo XIX y durante la II República y el régimen de Franco, había sido cambiada de nombre. La plaza vuelve a denominarse como Plaza de La Constitución. Pero también es cierto, que a pesar de todo, los vecinos siempre nos referimos a ella como “LA PLAZA”. Aquella plaza en la que durante nuestra infancia, jugábamos con los amigos, corríamos, nos caíamos, y donde con el paso de los años se convertía en zona de paseo y de encuentros. Hoy sigue siendo lo mismo, zona de encuentro. Habrá tenido el nombre de Pablo Iglesias, del Generalísimo, de la Constitución a nivel oficial, pero para los vecinos, independientemente de su ideología, siempre será “LA PLAZA.

No hay comentarios: