Me alegro de que la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos pida desechar el calendario escolar de bimestres, sistema injustificado, impropio de una buena enseñanza y de un buen estudio, conciliaciones aparte. Aprovecho para decir que espero que el presidente de la FAPA, a estas alturas, haya cambiado de parecer sobre la cultura del esfuerzo. Pide también la FAPA, quitar la jornada reducida en septiembre; realmente esas horas sin clase son necesarias para preparar cosas, y si algún centro parece no necesitarlo, cuidado: por algún lado habrá perjuicio. La reducción de junio quizá podría revisarse, aunque la carga de trabajo varía mucho entre docentes. Pero el cambio climático pondrá a las clases cada vez más contra las cuerdas. Lo que sí habría que pedir ya, es la jornada partida. Y también en institutos. Por razones pedagógicas, largas de explicar aquí, y porque la merma en el sueño (por levantarse para empezar antes) daña el desarrollo de los niños, y en adolescentes aumenta las ideaciones suicidas y la conflictividad. Aunque yo estoy convencido de que preferimos que la gente se mate, si no son muchos y no son hijos de uno, y tener la tarde libre.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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