En España no hay "pueblos", aquí todos somos ciudadanos, con los mismos derechos, entre ellos el de no verse obligado a pertenecer a ningún colectivo si uno, ya de adulto, no lo desea. Vi a una alumna gitana, en una clase de música, en primaria, negarse a ensayar una danza porque ésta requería coger por la cintura a otros niños. "A mí solo me tocará el hombre que sea mi novio para casarse". Y remachó que enseñaría las mismas costumbres a sus hijas, el día de mañana... Una mujer que no pueda tener tantos novios como quiera, vive en un régimen de opresión, que lo sepan las feministas, y actúen ya. Algunos gitanos, por lo que he visto, viven en una ensoñación de ser distintos y superiores. Sin embargo hay que decir que no todos ellos sienten ni se comportan igual. El racismo y la discriminación no están justificados. Pero ya sufrimos bastante menosprecio y perjuicios con los nacionalismos, y con la amenaza del islamismo, como para defender culturas cuyos valores están aún por demostrarse.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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