El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

12 mayo 2012

UNA COMIDA DIFERENTE

Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta. Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar. 
Entró en un local que le pareció un restaurante modesto pero con encanto, iba distraído, pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad no era un restaurante, sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera. De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que quien le servía la comida en la bandeja era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.
Quiso retirarse pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que de segundo había filete empanado, que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor y bien vestido comía en silencio sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida, había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía adónde ir, menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo, «al final he tenido suerte en la vida, compañero, así que no te agobies, que de todo se sale…»
No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos. Al salir no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza».

Fuente:  [ABC de Sevilla]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Alguien sabe si hay algún comedor social regido por ateos o por los sindicatos?

Marcelino Pan y Vino dijo...

Pues por eso yo pongo, en la Declaración de la Renta, la X en Para la Iglesia. Dado que es la única que atiende a los necesitados, a las madres que consideran el aborto un genocidio, etc.
La izquierda y los sindicatos en España, solamente se deDican a la mamandurria, al trinque y a la corrupción ¡ PARÁSITOS SOCIALES !

Anónimo dijo...

Sí hay comedores sociales no religiosos, el primer resultado en google da este listado de comedores de Madrid (http://lacasasintejado.blogspot.com.es/2010/11/comedores-sociales-gratuitos.html), unos son religiosos y otros no. Marcelino, la bondad no es exclusiva de la iglesia.

Anónimo dijo...

Por supuesto no es exclusiva de la iglesia (la bondad), es más yo diría que la iglesia es la que menos bondad tiene ya que con los tesoros de la iglesia (que cobra por las visitas) se harían cientos de estos comedores. Y no personalicemos en hombres concretos que conocemos y que todos estamos de acuerdo en que son o han sido ejemplares.
Estamos en tiempos en los que desgraciadamente hay muchos necesitados y el mejor ejemplo no es precisamente el que da la iglesia católica.Claro que hay sitios para ayudar a necesitados y no son dela iglesia, bastantes pero hay mentalidades que aunque etuviera enfrente de su casa no los verían porque no es cuestión de ver sino de querer ver.
A ver si resulta que los Bárcena, Mato, Rato, etc no se dedican a la mamandurria, trinque, etc.
Si en realidad te preocupan los necesitados puedes hacer cosas sin ampararte en lo que hacen otros ni dejarlo en manos , ni de sindicatos, izquierda ni curas ni iglesia.
Hazlo tú y verás que bien te quedas. (pero no lo cuentes a nadie ).