Para Laura con todo cariño.
No tienes nada que vercon las cosas de mi mundo;
y sin embargo, mi mundo,
ya eres solamente tú.
Con la misma suavidad de una caricia,
me fue ganando tu risa,
y tu hermosura del sur.
No tienes nada que ver
con mis locuras de siempre,
y, sin embargo, mi mente,
se volvió loca por ti.
Con la misma brusquedad de una corriente,
se me transformó la suerte,
desde que llegaste a mí.
Llegaste a mí,
como una luz,
como una primavera nueva,
como un mes de abril,
como una luz;
como una lluvia en verano,
como un agua fresca en el calor,
como una sombra en el camino;
como una canción, una canción.
Llegaste a mí,
y el corazón,
saltó de miedo, de locura,
de felicidad y de pasión;
ya no recuerda la amargura
de la soledad y del desamor,
se convirtió la noche oscura
en radiante sol.
No tienes nada que ver
con lo que siempre he querido,
y sin embargo, me miro,
y sólo apareces tú.
Con la misma claridad de la mañana,
sin decir apenas nada,
me inundaste con tu luz.
No tienes nada que ver
con lo que siempre soñaba,
y sin embargo, mis sueños,
ya son sólo para ti.
Con la misma necedad que te ignoraba,
no te cambio ya por nada;
y no sé vivir sin ti.
Llegaste a mí,
como una luz,
como una primavera nueva,
como un mes de abril,
como una luz;
como una lluvia en verano,
como un agua fresca en el calor,
como una sombra en el camino;
como una canción, una canción.
Llegaste a mí,
y el corazón,
saltó de miedo, de locura,
de felicidad y de pasión;
ya no recuerda la amargura
de la soledad y del desamor,
se convirtió la noche oscura
en radiante sol.
Llegaste a mí,
como una luz,
como una primavera nueva,
como un mes de abril,
como una luz;
como una lluvia en verano,
como un agua fresca en el calor,
como una sombra en el camino;
como una canción, una canción.
Llegaste a mí,
y el corazón,
saltó de miedo, de locura,
de felicidad y de pasión;
ya no recuerda la amargura
de la soledad y del desamor,
se convirtió la noche oscura
en radiante sol.
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