La compañía ferroviaria ha acometido las obras tras quedar esa casa sin sus inquilinos. Una actuación en la que han estado implicados distintos departamentos y que ha requerido el corte durante prácticamente dos días de la avenida Forjas de Buelna desde su cruce con la calle José María Pereda hasta el enlace con la calle La Salle y el acceso al recingo de la iglesia parroquial.
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1 comentario:
Una pérdida sentimental para mí. Además, ha sido un año después de haber derribado la otra casa, aún más pequeña que ésta, que estaba donde "los molinillos", ocupando una esquinita del campo de los Hermanos, la esquina más cercana a la casa natal de Quijano. Algunos gamberretes se habían cebado con los habitantes de esa casita, dedicándose a molestarlos, un año antes de que la derribasen. Llevaba yo muchos años con curiosidad de saber cómo eran esas casas "de la vía" por dentro, con ese pequeño tamaño que me llamaba la atención; no he podido realizar mi deseo. Y decir también que en esta casa que han derribado ahora, vivía, cuando yo era niño, un compañero mío de escuela (de "las nacionales") que se llamaba Valentín. En los últimos años, cada vez que pasaba por delante de esa casa -que ha estado habitada hasta hace como tres años, doy fe-, yo me preguntaba qué sería de Valentín; que ahora tendrá mi edad. Y, de paso, decir que por ahí cerca era donde vivía un hombre a quien, hace como ocho años, pregunté por Don Acilino ("¿sabe usted dónde vive ahora Don Acilino?"), y no sabía quién era. "Así, por el nombre, debe de ser un cura, ¿no?". Increíble.
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