05 marzo 2020

LA AVENIDA JOSÉ MARÍA QUIJANO IV (Continuación)

A partir de la parada de taxis, nos encontramos con un edificio de tres plantas: una comercial y otras dos de vivienda. En el lateral que se sitúa al lado de la parada de taxis existe un escaparate, en el lateral izquierdo y en la parte de arriba nos encontramos con una ventana llevada a cabo con ladrillos que resaltan en una pared blanca. En el segundo piso, se construye una ventana circular con idénticos materiales de construcción. También en esta fachada, parece que existió un anuncio pintado que, según dicen algunos, era una referencia al Banco Santander. La verdad es que ahora no es muy visible; lo máximo que se puede discernir es “…de Buelna.” En cualquier caso, esta fachada presenta claros indicios de su deterioro en algunas zonas, alrededor del escaparate se observan fracturas, y el cristal ha sido apedreado.
Si nos fijamos en la fachada trasera, la que da a la estación, lo primero que observamos es una puerta metálica que impide el acceso a la zona; si la puerta no lo impidiera, también nos encontramos con un perro pastor alemán, tranquilo, pero… En todo caso podemos observar que en esta fachada existe una puerta que, en su momento, permitiría el acceso a la zona interior del edificio. Después se han construido tres ventanas del mismo tamaño y con rejas de hierro que dificultan el acceso a la vivienda por personas extrañas. En la segunda planta existen una ventana, dos puertas que dan acceso a dos balcones, realizados con barras de hierro de manera muy simple; y, por último, una ventana con las mismas características que las que hemos señalado situadas al principio de dicha planta. Salvo las barandillas de los balcones, todo el material empleado es la madera.
Por último en la parte superior nos encontramos con cuatro ventas de carácter rectangular, cuyas hojas se abren hacia el exterior.
También, en toda esta fachada existen claros motivos para poner en duda su estabilidad. Hay grietas y se observan frecuentes y abundantes desprendimientos en toda la pared, siendo más claros en zonas de las ventas de la planta de abajo; y el piso de los dos balcones ha desaparecido totalmente, quedando las barandillas al aire.
Si nos fijamos en la pared que está situada al oeste del edificio, nos damos cuenta que es la fachada más simple de todas la cuatro. Solo hay una sola ventana sin ningún punto resaltable.
Vayamos con la fachada principal. Ésta da a la carretera. En la fachada observamos la referencia a dos comercios que existieron durante bastante tiempo en el edificio. Uno de los escaparates tiene roto el cristal lo que nos permite ver el interior todo lleno de polvo y los muebles tirados. En el otro no hay tantos destrozos pero, si es cierto que con un abandono total. Lo único que se conserva de manera importante son los carteles anunciadores de los dos comercios. Así se observa, “Perfumería, Bisutería M. Rubiales, Artículos del Fumador; del mismo modo se conservan los del otro comercio, “Perfumería, Puertas Discos Regalos”, y también el cartel de fotografía. Lógicamente podemos deducir fácilmente ante qué tipos de comercios nos encontramos.
Pero debemos tener en cuenta que, este edificio no siempre ha estado en estas condiciones, sino todo lo contrario. Durante mucho tiempo, a los dos comercios que vemos en esta situación de ruina, en realidad fueron en una fuente de ingresos segura. Todo fue cambiando con el tiempo. Vamos a ver los negocios que existieron aquí.


Nota. Esperamos continuar. Así todo, no consideren que esto es algo fruto de mis investigaciones. Consideren que esto es el resultado de las informaciones de muchas personas, vecinos de siempre, que me brindan sus experiencias, deseosas que no se pierda una parte de la “historia” de nuestro pueblo.
José Francisco López Mora

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