Quien la ha visto y quien la ve. La Casa Consistorial de Los Corrales de Buelna, con más de un siglo de historia a sus espaldas, vive una segunda juventud, apenas cinco años después de que las intenciones políticas fueran abandonarla para llevar las oficinas municipales a los nuevos edificios que entonces comenzaban a levantarse sobre las antiguas escuelas, en pleno centro de la localidad.
Hoy la realidad es bien distinta y lo que fue mansión de la familia Mazarrasa hasta 1991 está adaptándose a las necesidades de la veintena de personas que trabajan en ella, al gobierno municipal, los grupos políticos y a los vecinos que se acercan para diligenciar cualquier gestión.
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1 comentario:
Conocí esa casa cuando en ella vivía "Mariuca" Mazarrasa. Ahora, cuando entro en ella, me acuerdo de dónde estaba el piano, un piano vertical que había junto al arranque de la escalera. Ahora me parece todo de repente tan pequeño, tan apretado, tan exiguo...
Y el que tampoco lo conoce ahora "ni la madre que lo parió" es el parque, por supuesto. Enfrente de los arcos de la entrada había un pasillo de pinos, con ellos supe lo que eran los gusanos de la procesionaria, que los mataban con gasolina o algo parecido. Y el estanque, con sus azulejos de colores, tenía peces. Sin mencionar el "hórreo" que daba a la parte de la casa de los Salas, hórreo que permaneció hasta después de desaparecer la pared circundante del recinto, y que se tiró por fin un buen día sin previo aviso, hecho del que alguien dio noticia en el Diario Montañés. Es cierto que sería costoso de restaurar, y seguramente inútil hoy día, y que estaba en el centro mismo de la calzada que ahora entra desde el camino de Pendio, o sea, donde más estorbaba.
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