El primer comercio que existe en el edificio, es uno que se va a convertir en referencia para los vecinos del pueblo: Rubiales, y con el tiempo, todavía más si nos referimos a Marisa Rubiales. Era un comercio que tenía una gran diferencia con respecto a los otros comercios que existían en la zona. Todos, con la excepción del Bar Ramonín, situado en Bloque 2, tenían un solo escaparate que daba la calle. El comercio de Rubiales tenía dos, uno que efectivamente, daba a la calle, pero había otro que daba directamente a la parada de taxis. ¿Era esto importante? Bueno, en principio permitía una mayor exposición de productos y los viandantes tenían más posibilidad de conocer las novedades.
Mis recuerdos del interior del comercio son muy vagos: al frente, un mostrador en el estaban la zona de los tabacos y de la lotería; a la izquierda, según entrabas por la puerta, había otro mostrador en el que estaban el resto de los productos que se vendían en la tienda; no tengo muy claro si a la derecha de la puerta había otro mostrador. Lo que sí creo recordar es que, al fondo y esquina de la izquierda había un acceso a la zona del interior que, no sé si formaba parte del almacén.
La primera referencia escrita a la tienda Rubiales, data del programa de Fiestas de la Liberación, como ya hemos citado en otras ocasiones, se publica en el año 1964. En este programa aparece un anuncio a grandes rasgos referido a: “J. Rubiales García- Merceria- Géneros de Punto- Perfumería y Administración de Loterías” Es curioso, no aparece el concepto de estanco, a no ser que lo podamos incluir en “Artículos de Caballero”. Otra de las cosas interesantes es que en aquellos momentos el número de teléfono del comercio era el 31, quizá uno de los comercios que más rápido accedió a esta innovación tecnológica; no olvidemos que Casa Pilatti tenía el número 46 y Casa Muñoz el número 194.
En otro programas de fiestas, como puede ser las de Nuestra Señora de la Cuesta de los años 1968 y 1969, nos encontramos con referencias en el primer año a “Mercería Rubiales” y en el segundo a “Casa Rubiales” Es cierto que en estos programas, solo se hacía referencia los que habían colaborado con la fiesta. No podemos olvidar que en otros momentos se hace un anunció más llamativo. Es curioso que a partir de ese momento, no vuelva a aparecer ninguna referencia a Rubiales en los programas de fiestas del pueblo. De hecho hay que trasladarse hasta el programa de fiestas de 1983, cuando vuelve a encontrar nuevamente la referencia a Rubiales, pero ya no con el nombre de J. Rubiales, sino M. Rubiales. A partir de este año, no volvió a faltar Marisa Rubiales como colaboradora en las fiestas del pueblo.
Pero vayamos a los orígenes. No está muy clara la fecha en que surgió en comercio Rubiales, si es claro que en 1933, en esta zona estaba el Bar Zamanillo y en el año 1964 ya comenzamos a ver referencias a José Rubiales. Éste, en unión de su esposa Dolores Ceballos Díaz, estuvo al frente del comercio. Como todos sabemos el negocio tuvo un gran prestigio, hablar de Rubiales, era como hablar del gran comercio de la zona. Se vendía de todo y parece que de buena calidad; tenía un fuerte crédito entre sus clientes. Así se vendían perfumes, ….., cosas relacionadas con el mundo del tabaco, la lotería, etc. No debemos olvidar que el José Rubiales fue el primer comerciante que consiguió la autorización para vender lotería en el pueblo y también en el municipio.
Con el tiempo las cosas fueron cambiando. La más dura fue la muerte de José Rubiales. Había que hacer frente a la nueva situación. Dolores, la matriarca comienza a plantearse el pasar a un segundo término. Sus hijos van creciendo, pero también alejándose del negocio familiar. Así su Inés tiene interés por la pintura, se desplaza fuera del pueblo, y no parece interesada en el negocio. José Luis igualmente inicia otros caminos. Por otro lado está Marisa, la hija menor, que es quien pasa a tomar las riendas del comercio adaptándole a las nuevas circunstancias.
Comienzan a correr la idea de la construcción de un túnel, que parece a generar unas consecuencias negativas para los comercios de la zona. El Banco Santander, previendo lo que podía suceder, cierra su oficina en la Avenida y se desplaza al centro del pueblo. Marisa se da cuenta de la situación y sigue los mismos pasos. En año 1992, Dolores, fallece y Marisa decide plantearse más seriamente las medidas necesarias para seguir funcionado como comercio. Ya habían tenido que trasladar la venta de tabaco al edificio nuevo que donde estaba el nuevo bar Sol. Por otro lado, cada vez más referencias a la construcción de un túnel subterráneo que privará a los comercios de la zona de sus clientes, y algunos comercios han comenzado a trasladarse a otras zonas del pueblo. Así los taxis se han ubicado en el centro del pueblo, el quiosco igual, Transportes Buelna al polígono, etc.
A Marisa no le queda otro remedio, para seguir el camino iniciado por sus padres, que cambiar el lugar de ubicación del comercio. Creo que hubo pequeño período en el que se estableció en La Aldea y luego trasladó su comercio a la Avenida España, donde ahora está el quiosco de la ONCE. Más adelante se traslada, en la misma Avenida, hacia la zona de la parada de autobuses, donde se ubica en dos establecimientos seguidos, uno para la Lotería y otro para el Estanco. Con el tiempo, se desprende de la Lotería y se centra en el Estanco.
¿Cuánto durará la trayectoria comercial iniciada por sus padres José y Dolores? No se sabe, lo que sí parece claro es que Marisa no solo continúo el negocio heredado de sus padres, sino que lo consolidó y supo engrandecerlo. Seguro que Marisa Rubiales estará contenta con el objetivo cumplido.
1 comentario:
La verdad es que estas fotografías, de edificios emblemáticos de nuestro querido pueblo, me dan mucha pena. Me da pena ver como uno tras otro van desapareciendo sin que "nadie" haga nada por evitarlo. Cuando me refiero a nadie, no incluyo a los herederos de los herederos que construyeron esas reliquias. No, si ellos no los mantienen será porque no les resulta económicamente rentable y nadie puede criticar su actitud (todos haríamos lo mismo). Me refiero a las autoridades municipales que no ven o no le es políticamente rentable evitar que este patrimonio de la historia de nuestro pueblo desaparezca: la mayoría de la población actual del pueblo "votante" no conocieron estas joyas. Han venido de otros lugares.
Mirad, yo salí del pueblo hace muchos años y volvía a él de vez en cuando. No os podéis imaginar el mazazo emocional que recibí el día que observé que la casa de "María la de Boo", si, esa casa que todos los de mi generación tienen en su recuerdo y corazón, había sido derribada.
No me lo podía creer: pero si tanto la casa como sus habitantes (la propia María, Lolo, Cardin, su hermana y hermano menor cuyos nombres no recuerdo en estos momentos), eran patrimonio del pueblo......
Pues nada, derribado.
¿Recordáis la Cueva del Moro?. Lo mismo. La taparon al hacer la autovía y nadie hizo nada por salvarla. Los que siendo niños/jóvenes entrasteis en ella, me entenderéis: una auténtica joya (decían quienes habían profundizado en sus estrechas cavernas hasta el final, que tenía su salida más allá de dos kilómetros por Somahoz). Pues, repito, nadie hizo nada por salvarla. Otra joya perdida.....
Pero, ¿qué es lo que nos pasa a los que adoramos este Valle?. ¿Por qué no luchamos por conservar aquello que fue parte de nuestras vidas y recuerdos?
Una pena.....
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