El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

08 diciembre 2020

LAS MONJAS

El colegio de “Las Monjas”, en un primer momento estuvo ubicado enfrente de “la Plaza”. Fue mandado construir por José Bustamante y Campuzano, siguiendo el camino de su madre, Felisa Campuzano que había dedicado parte de su patrimonio a crear el Colegio de la Salle, destinado a la enseñanza de los niños y situado en La Pontanilla. La construcción del nuevo colegio de niñas, fue culminada por los hermanos de José Campuzano, Felipe y Juan, dado que el primero falleció prematuramente. El Colegio se puso en funcionamiento como centro educativo en septiembre de 1912, bajo la dirección de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paul. 
Allí permaneció hasta el año 1941, cuando la Salle abandona el Colegio de La Pontanilla y pasa a ocupar el nuevo colegio construido y que es el que actualmente se conserva. El Colegio de La Pontanilla, queda libre, y se decide que pase a ser ocupado por las Hijas de la Caridad. El edificio pasó a ser centro de Acción Católica. ¿Quién no se acuerda de aquella tómbola que todos los años se celebraba durante la Navidad por parte de las personas de Acción Católica con el fin de sacar dinero para los necesitados? O aquellos “banquetes” que todos los años a los que hacíamos la Primera Comunión, en la que tomábamos una taza de chocolate y unos churros o galletas. Y qué decir del Cine de Acción Católica, al que íbamos de pequeños. 
El número de monjas que había en el centro, iba cambiando por diversos motivos, unos porque los desplazaba la Orden Religiosa, otros porque pedían cambio de destino, como sucedía en Las Nacionales. Pero en la mente de muchas de las niñas, hoy mujeres, que pasaron por aquellas aulas está presente la figura de Sor Julia, Sor Ángela, Sor Felisa, Sor Valentina, Sor Josefa y otras más. Aquellas monjas con hábito negro y su toca enorme y blanca, que en ocasiones les obligaba a girar la cabeza para poder atravesar las puertas. Vivían en el mismo edificio, en el que tenían una pequeña huerta, donde obtenían alimentos para la cocina. 
Había 6 aulas, aunque parece, que posteriormente se incorporó alguna más. Las alumnas entraban con 4 años en al aula de “párvulos” y permanecían en el colegio hasta los 15 años. Hay que decir que las alumnas de La Monjas, llevaron uniforme de manera obligatoria, uniforme que hacían las monjas o bien se encargaban a otras personas para que los hicieran. En todo caso, siempre corría a cargo de la familia de la alumna. Era un uniforme de falda gris y con un cuello blanco. 
En la zona de párvulos se trabajaba, como en las Nacionales, con las pizarras y pizarrines y comenzaban a adentrarnos en el proceso de socialización y el aprendizaje de comportamientos alejados del control de los padres. Poco a poco, fueron apareciendo los bolígrafos, los famosos BIC, todavía no al alcance de todos y menos, si los padres no trabajaban en algunas de las oficinas de Quijano. 
Con el paso de curso se trabajaba con la famosa Enciclopedia Álvarez, que prácticamente en alguna época de nuestra infancia, niñas y niños, utilizamos. Acordémonos, también de “Mi Cartilla”, “El Parvulito”, “El Primer Grado”, “El Segundo Grado” y “Tercer Grado”. Tampoco podemos olvidarnos de los Cuadernos de Rubio, que nos servían para aprender a escribir o practicar todo tipo de operaciones matemáticas. En definitiva, libros y cuadernos que acompañaron a muchos desde los 4 años hasta los 15. 
En el curso de 1968/69, es contratada como primera maestra seglar a Antonia López. En el curso siguiente se incorpora otra maestra seglar, Aurora, esposa de uno de los Guardias Civiles destinado en el pueblo. Poco a poco son cada vez más las seglares que se incorporan como maestras en el Centro como apoyo a las monjas. 
Es ya en el curso 1973/74, cuando las monjas se trasladan al nuevo edificio, construido en el mismo lugar donde en un primer momento había estado situado el Centro del Sagrado Corazón, en la zona de la actual Plaza de la Constitución. Allí se había construido un nuevo edificio de dos plantas y ocho aulas. Pasando las monjas a residir en la casa que había servido para oficinas parroquiales. En un primer momento, se desplazaron al nuevo edificio los más pequeños bajo la tutela de Sor Aurora y de la maestra Juli. El resto de monjas y seglares, junto con los alumnos se trasladarán a mitad de curso. El antiguo colegio de la Salle y posteriormente colegio del Sagrado Corazón y San José, fue abandonado, derribado y posteriormente levantado como edificio de viviendas, que actualmente está como referencia de los antiguos colegios que allí existieron. 
Muchos años estuvieron las Monjas en el pueblo y muchos son los recuerdos que conservan las alumnas que pasaron sus años de estudio en el colegio. Las aulas, el pequeño patio en el que estaba la estatua de Felisa Campuzano, impulsora de dicho colegio. Correr por La Pontanilla, esperar la llegada de la entrada al colegio, sentadas en las escaleras de acceso, de aquel uniforme con el que iban a clase. En fin, cosas que les recuerdan momentos de la infancia y juventud. 
Las cosas van cambiando, las monjas ven como aumenta el número de alumnos y al mismo tiempo desciende el número de vocaciones en la Orden, así que se ven en la necesidad de incorporar a maestras seglares que participen en el proceso educativo. 
En el mes de septiembre de 1990 las monjas, reciben un homenaje por parte de los vecinos del pueblo. El homenaje es la consecuencia de su marcha del pueblo, después de casi 80 años de esfuerzos dedicados a la enseñanza de las niñas que asistieron a sus aulas. Nadie las echa, ni ellas quieren marcharse, pero cada vez son menos, han bajado las vocaciones y las autoridades de la Orden considera que hay otros pueblos con menos recursos educativos. Todo fue muy rápido, la preparación del homenaje se hizo con cariño, pero no con la participación que era previsible. Es curioso, pero parece ser que nadie de la Corporación de nuestro municipio estuvo presente, contrastando con la presencia del Alcalde de San Felices. En aquellos momentos la última directora del Colegio Sagrado Corazón era Sor Isabel Martínez de la Peraforonda. 
Llama la atención que hay muchas referencias al papel jugado por los Hermanos de la Salle, en nuestro valle y en los de los alrededores, pero en cambio, es difícil o no he sabido buscarlas, sobre el colegio de las Monjas. Si es cierto que en la Revista Comunidad en Marcha, se puede encontrar alguna información, como sucede en el número de Octubre de 1990. 
Las monjas se ven obligadas a dejar el pueblo, pero su obra va a quedar en manos de las profesoras seglares que habían estado con ellas ejerciendo la docencia. Las maestras que se involucraron en mantenimiento del proyecto educativo fueron, Antonia, que ejerció de directora, Juli, Maritoñi, Elvira y Asun. Todo era posible, gente preparada, un colegio con las instalaciones mejoradas, pero había algo que faltaba. Eran necesarias más personas. Faltan tres nuevos maestros en el colegio. Así, se llevó a cabo una convocatoria de tres plazas, a las que se presentaron cerca de cien candidatos, de los cuales el Consejo Escolar eligió a María Pilar Senach, Consuelo Nuñez y Felipe Retuerto, por cierto, el primer maestro que estuvo dando clases en el Colegio. 
Durante seis años el Colegio siguió funcionando, con el aumento del número de alumnos, ahora se había convertido en un colegio mixto, siguieron introduciendo actividades deportivas y extraescolares. Pero las cosas se van haciendo más difíciles y se toma la decisión de que el Colegio de Las Monjas pase a seguir ejerciendo su función educativa, pero ya desde la dirección de los Hermanos de la Salle. Esto sucedió con el inicio del curso 1996/1997. 
En todo caso, el Colegio del Sagrado Corazón y San José, conocido con cariño como el Colegio de “Las Monjas” desapareció, pero se siguen manteniendo las instalaciones, muchas de las maestras de la última etapa ya se han jubilado, después de continuar su labor con la Salle y otras continúan. 
Pero lo que también es cierto, es que muchas generaciones de abuelas, hijas y nietas recordarán con satisfacción el paso por el Colegio del Sagrado Corazón y San José. Allí obtuvieron la capacidad para cuestionar todo lo que quisieran y tomaran el camino que cada una eligió.


No hay comentarios: