BANDERA TRANSPARENTE
Creía yo que no había por qué tener tanto escrúpulo en colocar, o incluso lucir, la bandera de España en distintas situaciones, ya que al fin y al cabo es la de esta nación. Y que, incluso, sería ello una forma de disolver el monopolio que algunos parecen pretender sobre ella; si la gente de izquierda la usase con naturalidad, ya no se la podría ver como algo tan excluyente. Pero, cándido de mí, he ido encontrando personas (a quienes considero compatriotas, pero supongo que ellas no me lo considerarán a mí) que dicen que la bandera que tendríamos que tener no es ésta "que puso Franco" sino la de la República; o que dicen, ya sea a la manera ácrata, o a la ultraliberal, o a la zapateril, que las naciones son un invento de no sé quién, que más vale subir en bolsa que izar bandera, o que lo que tendría que haber es hermandad universal. Eso, sin contar los nacionalismos periféricos, ni los miles de inmigrantes a quienes los símbolos de este país les traerán al pairo... Con estos mimbres, no sé yo si la rojigualda tendrá mucho apoyo, más allá del fútbol. La ausencia de letra en el himno ya tendría que haberme servido de aviso.
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