LA BOLSA O LA VIDA
Con este grito, asaltaban y robaban aquellos 'románticos' bandoleros que, por los finales del siglo XIX y principios del XX, deambulaban por los vericuetos de Sierra Morena.
Hoy, los asaltadores actuales, han cambiado mucho en sus formas, pero poco en su afán recaudatorio. Ahora no usan trabuco, les basta con la pluma de legislar. Tampoco montan briosos y sudorosos corceles, ahora usan Audi y el romanticismo de entonces, de robar a los ricos para dárselo a los pobres, lo han modificado por lo de 'sangrar' a todos (mucho más a los pobres que a los ricos).
También se han vuelto más refinados y en su «grito de asalto» ya no nos amenazan con quitarnos la vida si no entregamos la bolsa; simplemente nos cobran la bols,a sin más. Eso sí, siempre velando por la ecología. ¿Acaso piensan nuestros políticos que hay álguien que se cree que la obligación de pagar 2,3 ó 5 cm. por las bolsas que antes eran gratis, tiene otro afán que no sea el recaudatorio? ¿Cuántos coches oficiales, asesores, directores generales, y demás cargos «dediles» pagaremos con la recaudación de las bolsas?
Viendo como avanza últimamente la desenfrenada imaginación recaudatoria de nuestros políticos, no será de extrañar que pronto nos pongan un impuesto por respirar. Nos argumentarán que así haremos las inspiraciones menos profundas e ingeriremos menos cantidad de CO2. Seguro que hasta nos obsequian con un minucioso y costosísimo estudio económico (que, como es lógico, también pagaremos nosotros) valorando el ahorro que para la Seguridad Social supondrá la medida, al disminuir las enfermedades pulmonares.
Casi me arrepiento de haber escrito el párrafo anterior no vaya a ser que les haya dado una idea y nos lo implanten.
¿Tendremos la clase política que nos merecemos?
Fernándo Ruiz en Cartas al Director, del Diario Montañés
También se han vuelto más refinados y en su «grito de asalto» ya no nos amenazan con quitarnos la vida si no entregamos la bolsa; simplemente nos cobran la bols,a sin más. Eso sí, siempre velando por la ecología. ¿Acaso piensan nuestros políticos que hay álguien que se cree que la obligación de pagar 2,3 ó 5 cm. por las bolsas que antes eran gratis, tiene otro afán que no sea el recaudatorio? ¿Cuántos coches oficiales, asesores, directores generales, y demás cargos «dediles» pagaremos con la recaudación de las bolsas?
Viendo como avanza últimamente la desenfrenada imaginación recaudatoria de nuestros políticos, no será de extrañar que pronto nos pongan un impuesto por respirar. Nos argumentarán que así haremos las inspiraciones menos profundas e ingeriremos menos cantidad de CO2. Seguro que hasta nos obsequian con un minucioso y costosísimo estudio económico (que, como es lógico, también pagaremos nosotros) valorando el ahorro que para la Seguridad Social supondrá la medida, al disminuir las enfermedades pulmonares.
Casi me arrepiento de haber escrito el párrafo anterior no vaya a ser que les haya dado una idea y nos lo implanten.
¿Tendremos la clase política que nos merecemos?
Fernándo Ruiz en Cartas al Director, del Diario Montañés