Cuando llega el otoño
ansío de nuevo volver una vez más
al bosque encantado de Fresneda
en busca de un sabroso fruto.
Quedo extasiado ante el bello panorama
que se alza ante mis ojos
los altivos arboles
el verdor de los arbustos.
Me duele el deterioro causado por el “
PROGRESO “
la destrucción de la Cueva del Moro
la desaparición de aquella acogedora y
plácida cambera
el nacimiento del río Muriago
que llevaba al paraíso de los frutos ,
esta vez no prohibidos,
que nacen y maduran en los frondosos
castaños.
Y así, con el talego, los guantes y las
mordazas
espero, si no llenar el talego, al menos
recoger algún fruto
de esas castañas, sanas, relucientes
con las que dar gusto a mi paladar
y emoción a mi corazón.
Que el viento sur me acompañe
y las derrame sobre la tupida alfombra
sobre la que recostarme tras la grata
cosecha.
José Luis Solar Peña. |
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