El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

03 octubre 2019

LOS JÓVENES Y EL BOTELLÓN

España es uno de los países con mayor número de bares del mundo. Cada calle que se peatonaliza se convierte en una serie ininterrumpida de terrazas. Las calles se cierran al tráfico de vehículos y abrimos autovías al alcohol y sin embargo nos rasgamos las vestiduras ante el comportamiento de nuestros jóvenes cuando practican el botellón, que no es otra cosa que lo que han visto y aprendido de sus mayores.
Como las familias no pueden atender a sus hijos por falta de tiempo, se ha delegado la educación de los jóvenes exclusivamente en los docentes, a los que previamente se los ha quitado autoridad, para dársela a los alumnos, para que estos no se traumaticen. Todo ello enmarcado en un sistema educativo en el que impera la ley del mínimo esfuerzo. 
Hemos quitado los crucifijos de las aulas, para que no atenten contra la libertad de nuestros jóvenes y lo hemos sustituido por un dios más moderno, en forma de teléfono móvil. Este nuevo dios, que reciben a temprana edad, no es sino una secta que los aleja de nosotros, y los introduce en un nuevo mundo donde la pornografía, la ludopatía y otros muchos peligros ocultos en la red los están esperando agazapadas.
No caben por lo tanto lamentos, ya que tenemos la juventud que nosotros hemos diseñado, porque cada sociedad tiene la juventud que se merece.
A. José Salas, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, breve y conciso.
Baltasar Gracias saltaría de alegría.
Bravo José.

Anónimo dijo...

Fantástico, como siempre D. José.
Pero los políticos seguirán disfrazando el sistema educativo de PCPI, de Garantía Social, De diversificación etc...etc... para disfrazar el auténtico fracaso educativo y social que ha supuesto quitar la autoridad a los maestros.
Y los Gurús educativos que ni tan siquiera dan ya clase, seguirán viviendo del cuento.
Trabajo, esfuerzo, sacrificio y dedicación a las cosas. Todo lo demás cuento.
Tenemos lo que nos merecemos....

Pey Campuzano dijo...

Muy acertado, amigo Jose, como siempre, en tus columnas de opinión...

Es curioso... es que este desastre, lo haya traído la "Santa Democracia" y la indolencia e incompetencia de las Leyes de Educación del PSOE y la laxitud del PP... Así que, recolectamos lo que se ha sembrado...

Francamente y nunca mejor dicho,... el Abu Franco, nuestros venerables Padres y los excelentes Hnos de las Escuelas Cristianas, La Salle Buelna, bien que sembraron una juventud que dio con el tiempo estupendos frutos... ahora tales frutos somos ya unos Abueletes, que nos escandalizamos viendo el panorama, en esta España tan enferma de tantos males...

Así que, "francamente", con Franco nos educaron mucho mejor.

Saludos !

Pey Campuzano dijo...

Corrigiendo que es gerundio...

" Lo curioso es... que este desastre,..."

Palacios dijo...

Ya he visto tu "carta" en el Diario, José. La educación (o enseñanza o como queramos llamarla) no es una preocupación generalizada aquí, se echan en falta cartas sobre ese tema. La falta de autoridad no es porque nos la hayan quitado a los maestros (o no es sólo por eso), en realidad tampoco los padres tienen mucha, ni la policía, etc. Si no se valora la educación (y en España nunca se ha valorado demasiado, aunque quizá ahora menos que antes), difícilmente se va a ver como con autoridad a los docentes. También, decir que he conocido docentes que no contribuyen a que la gente crea en la profesión; yo mismo fui así; hay mucha confusión de valores, yo que soy maestro acabaría discutiendo cada día con mis colegas si me pusiera a hablar con ellos de cosas importantes, hoy me discutió una maestra porque dije a sus niños que colarse en la fila se parece demasiado a robarle a otro una cosa que es suya. Pienso que antes sí había más autoridad, por dos motivos: se podía pegar a los niños (en casa, en la escuela, en la calle) y eso acababa haciendo que te hicieran caso e interiorizasen tus valores; y también porque había una mayor homogeneidad en la "idea de país", estábamos más próximos a ser "un solo pueblo"; además había más expectativas para el futuro (se creía en los viajes a la Luna, en la industria, en Europa, incluso en la telepatía y los extraterrestres), y cuando la gente tiene buenas expectativas está más dispuesta a hacer caso a cualquiera que diga estar dándole herramientas para el porvenir. Lo del crucifijo, hoy cualquiera sabe de sobra que a nivel privado lo puedes tener en tu mesa de profesor; tener un símbolo religioso en la pared de un edificio público, en un Estado aconfesional, sólo te puede llevar al ridículo y a la denuncia. "España ha dejado de ser católica".