En la pasada edición del informe PISA sobre resultados educativos nacionales, escribí una carta como ésta advirtiendo que los resultados podían estar contaminados por respuestas aleatorias, fruto del desinterés. Los profesores sabemos que algunos alumnos no terminan los exámenes en clase, simplemente por no tomarse la molestia de acabar. El alumno no completa el rol que le corresponde por su parte, la institución no puede funcionar sin su concurso. Esto de dedicarse a hacer, no lo que hemos quedado en que se va a hacer sino otras cosas, o nada en absoluto, creo que forma parte de la "cultura" nacional; se da no sólo en el estudio (que es al fin y al cabo un trabajo más) sino que lo he visto en otros trabajos, y mismamente en algunos docentes, aunque confío en que la creciente dureza de las oposiciones lo haya subsanado. Lástima que no haya también oposiciones para ganarse el puesto de estudiante. Y de padres. Y de otros cometidos. Pues, como dijo Xavier Melgarejo en su libro sobre la educación en Finlandia, el sistema educativo no es sólo el sistema escolar. Un estudio histórico y antropológico bien serio, merece todo esto.
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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