Las obras han cogido otro ritmo ahora que la lluvia ha dado un respiro y eso nos deja más tranquilos". Así se lo trasladaron ayer los vecinos del barrio del Calero, en San Mateo de Buelna, al consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, en una visita a la zona en la que se volvió a comprometer con ellos a que volverán a sus casas antes de la Navidad. "Menos mal, porque se me está haciendo muy largo y son ya muchas horas de llorar", decía Mercedes Gutiérrez, una de las vecinas acogida en un piso de protección en Arenas de Iguña.
La primera fase de las obras de consolidación de la ladera sobre la que se levanta el barrio está a punto de terminar, aseguró Gochicoa, diez meses después de que el corrimiento de tierras en esa ladera obligara a evacuar a una decena de familias. Tres pudieron volver pero el resto aún están lejos de sus hogares. "Tengo ganas de volver y tener a mis nietas al lado, estoy acostumbrada a estar con ellos y les echo de menos", decía Mercedes. Ella y su marido fueron realojados en Arenas de Iguña, mientras la familia de su hijo pudo volver al barrio y no llevan bien la separación. Su hijo, José Manuel Ceballos, se mostraba optimista y afirmaba que "yo creo que después de casi todo este año nos merecemos que el Calero recobre la vida y la normalidad". Madre e hijo coincidieron en agradecer el esfuerzo del consejero y el alcalde y miembros del gobierno de Los Corrales de Buelna. Mercedes también tuvo palabras para el alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, y el de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, "y para todo el pueblo de Los Corrales y San Mateo, que tanto nos han ayudado".
La primera fase de las obras de consolidación de la ladera sobre la que se levanta el barrio está a punto de terminar, aseguró Gochicoa, diez meses después de que el corrimiento de tierras en esa ladera obligara a evacuar a una decena de familias. Tres pudieron volver pero el resto aún están lejos de sus hogares. "Tengo ganas de volver y tener a mis nietas al lado, estoy acostumbrada a estar con ellos y les echo de menos", decía Mercedes. Ella y su marido fueron realojados en Arenas de Iguña, mientras la familia de su hijo pudo volver al barrio y no llevan bien la separación. Su hijo, José Manuel Ceballos, se mostraba optimista y afirmaba que "yo creo que después de casi todo este año nos merecemos que el Calero recobre la vida y la normalidad". Madre e hijo coincidieron en agradecer el esfuerzo del consejero y el alcalde y miembros del gobierno de Los Corrales de Buelna. Mercedes también tuvo palabras para el alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, y el de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, "y para todo el pueblo de Los Corrales y San Mateo, que tanto nos han ayudado".
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