Nació en La Cavada (Riotuerto) en 1887. Y moría en Santander en 1958, siendo enterrado aquí, donde había formado su familia: casado con Doña Fernanda Quevedo, de muy conocida y apreciada familia dela localidad, aunque hace muchos años reside en la capital.
Estudio Bachillerato en el Instituto Santa Clara, de Santander, y curso su carrera en la Facultad de Medicina de San Carlos, Madrid. Ejerció como médico por vez primera en su pueblo natal y hacia 1919, vino a Los Corrales.
Desde Enero de 1921, compartió su tarea profesional como médico del Botiquín de las “Forjas de Buelna”, con D. Ángel García, otro médico de mucha categoría, que falleció en 1938, quedando entonces D. Gerardo Aja como médico-jefe, amén de alternar sus funciones facultativas en el pueblo. Sus informes técnicos, plenos de detalles técnicos, sirvieron de base a la Magistratura de Trabajo y Compañía de Seguros para dictaminar los casos de accidentes y las secuelas consiguientes sufridas por los trabajadores.
En 1928 descubre la causa que produjo la muerte de varios bebes, a quienes se les había aplicado polvos de talco, talco contaminado por arsénico: desde una repisa cayó un paquete de este tóxico al depósito del talco, sin que nadie se percatara de ello… Ocurrió enel almacén de un conocido establecimiento de Santander, de donde fueron retirados rápidamente las existencias por orden gubernativa.
Para este descubrimiento realizó un estudio epidemiológico en las familias de los niños afectados.
La trayectoria política de D. Gerardo quedó reflejada en su buen hacer como Alcalde, en tres periodos y en trances difíciles a causa de la tensa situación que atravesaba nuestra nación.
La primera vez que se hizo cargo de la Alcaldía, fue en 1930 al dimitir por motivos de salud D. Martín Saiz, cuya biografía también hemos tratado.
El 14 de Abril de 1931 fue requerido por el Comité Revolucionario de Santander, y en virtud del triunfo de los republicano-socialistas, resigna el cargo en el Sr. Saiz Higuera, pero en la reunión habida el día siguiente, nuevamente es elegido Alcalde. El 25 de Mayo del mismo año, como resultado de las elecciones municipales, entrega el bastón de mando a una Comisión Gestora, presidida por D. Juan Pilatti Marcano. Los Corrales, por entonces, contaba con 4871 habitantes.
Con motivo de los sucesos de Octubre de 1934 y suspendida la Corporación por su participación en los hechos, otra vez se elige por mayoría de votos, el 20 de Nvbre. a D. Gerardo Aja.
Una de las preocupaciones del Dr. Aja, en el Ayuntamiento, era disponer de los medios necesarios para dar trabajo a los procesados por los sucesos de Octubre que habían quedado en libertad provisional. Se desiste, por este motivo, de celebrar el aniversario de la proclamación de la República, para emplear en favor de aquellos, el dinero destinado a la fiesta, aunque se pide a los vecinos que engalanen sus casas.
Se acuerda dar el nombre de “Marqués de Valdecilla” a la calle que, partiendo de La Hoya, transcurre a lo largo de la Iglesia Parroquial, y así mismo se adhiere a la gestión del f.c. Santander-Mediterráneo, a la vista de las presiones bilbaínas desviar el ferrocarril a Bilbao.
Se dan por terminados las obras para campo de recreo del nuevo grupo escolar levantado en la Plaza del Ayuntamiento.
Igualmente se dedica el presupuesto de 373.320 pesetas para la ampliación de la traída de aguas y alcantarillado y que la Diputación se encargue de la construcción de la carretera de Collado, hasta donde lleguen las 75.000 ptas. concedidas por la Junta de Asistencia Social de Asturias.
Atendiendo la indicación del Gobierno de la República de dar mayor solemnidad a la Fiesta de la Raza, se opta por dedicar los gastos de la fiesta remediar la situación de las familias necesitadas.
El 21 Febrero de 1936, y como consecuencia del triunfo electoral alcanzado por el Frente Popular, se constituye nuevo Ayuntamiento, cesando el Dr. Aja Gómez. Tres años después, el 17 de febrero de 1939, es nombrado, por aclamación, alcalde otra vez y en su toma de posesión, el Marqués de la Eliseda, a la sazón Gobernador Civil, hizo grandes elogios a la personalidad de D. Gerardo.
Se da la curiosa circunstancia, en que por segunda vez, el Alcalde propone que el nombre “Marqués de Valdecilla” se traslade al lugar donde funcionaba el Centro de Higiene (conocido como Campo del Maestro, donde hoy está emplazada la casa del Médico titular) y la calle que llevaba su nombre se denomina “Avenida Condesa Forjas de Buelna” titulación que no se hizo primero por delicadeza de la familia, por vivir entonces Doña Soledad de la Colina y de la Mora.
El 11 de Febrero de 1940, le sustituye Don Ángel Anivarro.
Era Don Genaro, hombre de fuerte personalidad, tanto por su carácter cultural y liberal, como por su humanidad, dotada de amplias y espesas cejas, con un no menos poblado bigote con guías (al estilo Dalí, pero más cortas) por lo que imponía respeto su sola presencia. Gesto característico y muy frecuente en él, era verle atusando y enderezando las guías de su bigote…
Su conversación además de amena, abarcaba todos los temas y en lo político había una fina ironía, no exenta de socarronería. A veces, su conversación fluía de forma tal, que sus interlocutores no sabían si hablaba en serio o los tomaba el pelo…
Jubilado en1953, falleció en Santander donde residía a la sazón, a los 70 años, siendo inhumado como ya hemos dicho, en nuestro cementerio parroquial. Descanse en paz.
Felipe Lucio (Capeli)
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