El lugar… Sierra Morena,
entre brezos, entre jaras
y angostas espesuras,
cuatro siniestras figuras
llevan tapadas las caras.
Con cuatro caballos pardos,
unas facas afiladas
y el trabuco naranjero,
penetrante la mirada
cual montaraz bandolero.
Descuidado pelo largo,
patillas longas y espesas
y con las cejas cetrinas,
se agrupan en la colina
a la espera de una presa.
Ya ven una polvareda
por el torcido sendero,
para ellos la evidencia
de que es la diligencia,
que aportará los dineros.
En su sitio el alzaprima
con un alcornoque ajado,
que es posición de celada,
con las armas preparadas
y los nervios bien templados.
Media docena de jacas
de muy lúcido semblante,
que arrastran la carreta,
frenan junto a la cuneta
por un “sooo” muy discordante.
Ya bajan los pasajeros,
las primeras dos mujeres,
por cierto, bien ataviadas,
una monja de Chantada
y una marquesa de Mieres
Que trémulas se santiguan
al ver aquellos sayones
de pinta tan desabrida,
que piden o bolsa o vida
sin darlas otras razones.
El tercero, un señor juez
que viene de La Felguera
y va para Puente Genil,
que quiere mostrarse gentil,
pero… ¡ay Dios si pudiera!
No hay más tiempo que perder
para los fuera de la Ley,
por eso llegan las prisas,
que no falta quien avisa
a los soldados del Rey.
En todo Despeñaperros
con arrojo han robado,
dejando bolsas vacías,
ranchos, predios y alquerías…
y a un obispo avispado.
Al trote, cantando se van…
De Puente Genil a Lucena
de Loja a Benamejí,
esa es mi Sierra Morena
que yo la quiero por buena
como ella me quiere a mí.
Si en la horca un mal día
cuelgo por todas mis penas
por haber sido bandido,
nada lamento, ni pido…
¡Viva mi Sierra Morena!
Allá por los olivares,
clavando al lomo las trencas,
llevan ya el objetivo
de hacerse conocidos
en la Serranía de Cuenca.
Bueno es cambiar de aires,
de caminos y senderos
y de ropa si es preciso,
ya que el pasquín da aviso
denunciando al bandolero.
Hay que buscar una cueva
entre barranca escondida,
con lumbre de llama mengua,
sin alzar mucho la lengua…
y arrancar de amanecida.
Mañana, quizá pasado,
duerman en una bodega
o será en cobertizo,
a veces bajo granizo.
o en la muerte que llega.
Bandolero, bandolero,
tú que vas hurtando bienes,
que Dios te ampare en su vera,
pues si mala vida tienes…
es peor la que te espera.
Tinuco
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