Esta era una calle que tenía como puntos de referencia la zona de la Rasilla, el edificio de los Quijanos, el actual Casino de Buelna, la Casa Pilatti. No podemos olvidarnos de la estación del tren, que en un principio se encontraba en una zona más cercana a las barreras y que posteriormente, se traslada hasta donde está actualmente. Pasando la vía en dirección al rio Besaya, nos encontrábamos con las casas y comercios que allí existieron y que actualmente ha desaparecido. Después nos encontrábamos con la fábrica de Las Forjas de Buelna y las Oficina Central de dicha fábrica. Para a continuación encontrarnos con el rio Besaya y a través del puente Renero dirigirnos a San Felices de Buelna y Puente Viesgo.
Nuevamente, nos encontramos que se procede a cambiar el nombre tradicional de la calle por otro. Es cierto que José María Quijano era, ha sido y es un referente en la vida económica, social y educativa de nuestro pueblo. Pero la calle ya tenía otro nombre, la denominada Calle Puerta del Sol. ¿De dónde provenía el nombre? Lo ignoro, pero posiblemente pueda deberse a que la orientación la calle de Este a Oeste, nos puede hacer pensar en la puerta de entrada y salida del sol, al amanecer y atardecer de los días. Puede ser una bonita hipótesis, pero lo que si es cierto, es que la calle cambia de nombre. En las Actas municipales no se vuelve hablar de la Calle Puerta del Sol, y muy pocas personas se acuerdan de ese nombre.
La figura de José María Quijano, es muy conocida por los vecinos del pueblo. De hecho, José María cambió radicalmente la fisionomía del pueblo y la creación de una fábrica que fue motivando el cambio de una economía agrícola y ganadera a una economía industrial, en la que hasta los años 70, todavía nos encontrábamos con el obrero que además seguía teniendo sus tierras y su ganado. Además la labor de Quijano hizo que Los Corrales se convirtiera en un centro de atracción para las personas de otras zonas de la provincia o de otros lugares de España, fundamentalmente de la zona de Castilla y León, que vieron aquí una forma de salir de la inseguridad del campo.
En ocasiones, se produjeron desencuentros entre los obreros y la dirección de la empresa, pero el gobierno de izquierda presidido por el Alcalde Andrés Pilatti y su corporación municipal, decidió dar a esta calle el nombre de Avenida José María Quijano. Hay que decir, que esta Avenida es la única existente en Los Corrales, que no ha cambiado de nombre desde el día que se le puso hasta nuestros días, habiendo pasando un gobierno republicano, un gobierno dictatorial y una monarquía. Ninguno cuestionó ni cuestiona el nombre dado a la calle.
Esta calle, fue durante mucho tiempo el centro comercial del pueblo, ya que en ella estaban los accesos a la fábrica, lo que motivaba un tránsito de personal muy elevado a lo largo de los tres turnos de trabajo que existían. Todo esto hacía necesario la existencia de establecimientos, como los bares donde los trabajadores cogían ánimo para entrar en el trabajo y reponer fuerzas concluida la jornada laboral. Había pensiones, peluquería, tiendas de zapatos, estanco, piensos, la cooperativa, centros de ahorro, etc. Pero esto se acabó. En un momento dado se decidió buscar una solución al paso a nivel, y parece ser que la solución no fue buena, trajo el hundimiento de la actividad comercial y el abandono de dicha calle.
Ahora, muchos de los vecinos del pueblo, del municipio, del valle o de las zonas cercanas a nuestro valle ya no saben nada o muy poco de lo que significó esta calle a la que se denomina Avenida José María Quijano. Todos los establecimientos que allí existieron, han desaparecido. Es una calle tranquila, con muy poco peso en el conjunto del pueblo.
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