Cuando era joven, fui objetor fiscal a los gastos militares. Después cambié de idea. Y ahora pienso, frente a quienes dicen que invertir en defensa es innecesario e inasumible, que tendrían que mirar hacia atrás y ver que ya está bien de anormalidad; pues lo normal es que un país tenga una defensa mínima, la que no hemos tenido. Y, frente a criticar "las imposiciones de Trump", dar las gracias por los servicios prestados, que ya es hora de tomar nuestro destino en nuestras manos. Dinero tendría que haber para todo, para "gastos sociales" (parece haber quien se olvida del mantenimiento de carreteras, el tendido eléctrico, la eficiencia de las Administraciones, los centros de acogida de inmigrantes, la investigación del Alzheimer, la reducción del déficit), y para defensa, incluyendo sueldos dignos para los militares. Dinero tendría que haber, si el fisco se gestiona bien. Si yo fuera político me bajaría el sueldo, porque cualquier euro que ganase de más con respecto a mis necesidades reales, me quemaría en el bolsillo. Como me queman ya los organismos públicos innecesarios, y sus jubilaciones de oro.
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.
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