He recibido un vídeo que me han mandado unos amigos que no he creído oportuno poner en la hoja, ya que en él aparecen unas personas inclinadas hacia delante, de forma que no se las ve la cara, dejando a la vista sus traseros, vestidos únicamente con un tanga. Detrás de ellos hay un individuo situado de frente a la cámara, junto a un platillo que sirve de complemento a la orquesta acústica que va haciendo golpeando los traseros allí exhibidos.
No lo he subido porque en primer lugar es un insulto a la música de percusión, como podrás ver en el vídeo que te facilito en el comienzo de esta noticia, donde con un triste cajón se consigue una mejor acústica, sin necesidad de tener que mostrar el trasero de nadie.
En segundo lugar porque mi indignaba al ver cómo unos traseros femeninos eran golpeados para obtener unos ruidos que junto a los correspondientes toques de platillo semejaban una burda actuación musical. Pensé en cómo las múltiples organizaciones feministas no habían conseguido que ese vídeo desapareciese de la red, por ofensivo y vejatorio.
Al final he indagado y me he lleva la sorpresa que te vas a llevar tú, cuando veas el contenido de este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=M88jKCzDxwI
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