El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

19 octubre 2025

PIONEROS DEL VOLUNTARIADO

Nos ha tocado vivir tiempos convulsos, amigo Sancho. Como bien sabes, hay magos y encantadores bellacos, crueles, malandrines y malintencionados que han extendido un mal, al que llaman cáncer, que está afectando de manera silenciosa y traicionera.
Actúa con total sigilo, tratando de pasar desapercibido, extendiéndose con total impunidad, para lograr el mayor mal posible sin ser detectado.
Como para remediar estas desdichas no valen los bienes de la fortuna, conviene en estos casos tomar severas precauciones en lo corporal y en lo espiritual, ya que lo mejor para una salud es que ambas cabalguen juntas.
No me asuste mi señor, porque harto difícil es que tan bravo caballero como vos muestre tanta preocupación por este motivo.
No es temor amigo Sancho, sino que es la prudencia la que dicta situaciones que a veces los que no sois caballeros andantes no llegáis a apreciar.
Es menester permanecer en esta novedosa aventura el tiempo necesario para que me venga a la memoria un mejunje o bálsamo de Fierabrás, que con una sola gota servirá remedio a este mal y nos ahorrará tiempo y medicinas.
¿Qué bálsamo dice mi señor que tan grandes remedios procura?, dijo Sancho Panza sorprendido.
Se trata de una pócima, cuya receta tengo en la memoria, y cuyos componentes naturales abundan por estas tierras, que tengo intención de preparar. Es necesario hacerlo con mesura porque lleva, como todos los grandes remedios, una cocción lenta y un reposo apropiado, para que sus virtudes prosperen. Conocerás sus milagrosos remedios que llegan más allá de lo que el conocimiento humano abarca.
Es mi deseo, amigo Sancho, hacer llegar una parte de ella a mi señora Dulcinea, así como proveer de la misma al mayor número posible de mortales, para mitigar esta batalla de batallas, que hace mella en señores, caballeros, escuderos, labradores, eclesiásticos, villanos, niños, ancianos y hasta damas. Batalla digo, no me retracto en ello, y de las más peligrosas. Sabrás que en todos los libros de caballería se hace mención que las más dolorosas derrotas han venido de aquellos enfrentamientos con un ejército desconocido que, sin ruido de sables, causan bajas silenciosas.
Es por estos dolorosos motivos por los que tengo intención de proveer a quien me lo solicite una dosis del bálsamo que mitigue sus sufrimientos, porque más vale un toma que dos te daré y hacer el bien no cansa ni fatiga, sino que fortalece el corazón más exhausto y decaído.
Gran generosidad muestra mi señor y las generaciones venideras sabrán reconocer su esfuerzo.
Te queda mucho que aprender Sancho, ya que no es fama lo que pretendo, sino que todo buen caballero andante que se precie debe procurar que todo el que se acerque a él, al marchar, se sienta un ápice mejor y más feliz, porque faciendo el bien quizás no se ganen las riquezas de la tierra, pero bien pudieran granjearse las del cielo. Mis leyes son prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, buscando para mi propia gloria la senda más angosta y difícil.
Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todo lo que tienen algo de dificultad te parecen imposible, pero ten confianza en Dios que muchas veces hace llover misericordias en el tiempo que secas están las esperanzas, dejando siempre una puerta abierta en las desdichas para poner remedio en ellas.
Al bien hacer jamás le falta premio y en breve nos propiciará volver a cabalgar de nuevo desfaciendo entuertos, porque no hay mal que cien años dure y después de las tinieblas siempre se hizo la luz, además ayudar a alguien en las dificultades es el punto donde comienza la civilización.


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