Según datos tomados de la prensa, en el año 2006 se produjeron en Cantabria 552 abortos «legales». Lo peor que le puede suceder a una sociedad es el acostumbrarse a convivir pacíficamente con el mal. ¿Nos damos realmente cuenta de lo que significa el exterminio de 552 vidas humanas? Leyendo los datos en la prensa y estando acostumbrados a esta clase de noticias, no nos percatamos de los dramas que esto supone para muchas familias.
Según los datos publicados se produjeron abortos en menores de edad, según sigue: 1 aborto en niña de 14 años; 3 abortos en edad de 15 años; 3 abortos en edad de 16 años y 15 abortos en edad de 17 años.
Supongamos que uno de nosotros es el padre o la madre de una de estas niñas ¿Cómo sería nuestra reacción? El banalizar, como se ha hecho, la sexualidad, desconectándola de su verdadero fin, ha traído como consecuencia situaciones como las expresadas. Si lo importante en esta vida es disfrutar sea como sea, habrá que atenerse a las consecuencias. El desorden moral o lo que llamamos pecado, siempre conlleva sufrimiento, no solamente para la persona que lo ejecuta, sino también para los demás: padres, hermanos, etc.
Pero estamos a tiempo de rectificar. Tenemos que recuperar los valores morales y espirituales cristianos, en los cuales los mayores fuimos educados y que tan buenos resultados dieron.
Jaime Fomperosa Aparicio en Cartas al Director, de El Diario Montañés
Supongamos que uno de nosotros es el padre o la madre de una de estas niñas ¿Cómo sería nuestra reacción? El banalizar, como se ha hecho, la sexualidad, desconectándola de su verdadero fin, ha traído como consecuencia situaciones como las expresadas. Si lo importante en esta vida es disfrutar sea como sea, habrá que atenerse a las consecuencias. El desorden moral o lo que llamamos pecado, siempre conlleva sufrimiento, no solamente para la persona que lo ejecuta, sino también para los demás: padres, hermanos, etc.
Pero estamos a tiempo de rectificar. Tenemos que recuperar los valores morales y espirituales cristianos, en los cuales los mayores fuimos educados y que tan buenos resultados dieron.
Jaime Fomperosa Aparicio en Cartas al Director, de El Diario Montañés
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