El Tiempo en Corrales de Buelna,Los

15 noviembre 2008

MEMORIA HISTÓRICA

El Juez Garzón, paradójicamente y ante el colapso que la administración de justicia padece en la resolución de los casos del día a día, ha decidido revivir acontecimientos que generan enfrentamiento, investigando sucesos de hace más de 70 años (solamente en una dirección, olvidando los que cometieron los otros), que los españoles de bien, de ambos bandos, habían decidido perdonar y olvidar, como respuesta inteligente, a una vergonzosa Guerra Civil.

Esta carta dirigida al Diario Montañés es una muestra de lo imprudente de su actuación;
De boca de mi abuelo paterno conocí la siguiente historia. Cierto día, al comienzo de la Guerra Civil Española, en la localidad de Muriedas (Cantabria), a mi familia le llegó la noticia de que, en el seno de una conocida organización de izquierdas, se había decidido dar 'el paseo' esa misma noche a mi abuelo -a causa de sus ideas políticas- y al cura del pueblo, don Juan Palencia, por ser sacerdote. Inmediatamente mi abuelo decidió huir, pero antes quiso acercarse a la casa rectoral, junto a la iglesia de San Vicente, para avisar del peligro al cura e invitarle a irse con él. Don Juan se mostró muy agradecido, pero rechazó marcharse, aclarando que, en conciencia, no podía abandonar su puesto y a sus feligreses en tan difíciles circunstancias. Aquella noche fue sacado por la fuerza de su casa y llevado cerca de Escobedo donde le asesinaron. Como este episodio hubo miles en la parte controlada por la República durante nuestra guerra civil, y a menudo ejecutados con mayor saña y crueldad. Si bien la violencia estuvo presente en los dos bandos, en la zona republicana -donde se perseguía por las ideas, las creencias y la condición social- la represión provocó más de 72.000 muertos. Víctima muy especial de esta represión fue la Iglesia, sometida a un auténtico genocidio que condujo al asesinato de 7.000 eclesiásticos -entre curas, monjes, monjas y frailes, incluidos 13 obispos- más unos 3.000 laicos comprometidos con asociaciones religiosas. Por no hablar de los 20.000 templos incendiados o saqueados. Tantos miles de crímenes tuvieron lugar en la España republicana, donde, gobernando el PSOE con el resto de las izquierdas, no hubo ni libertad ni democracia.

Luis Alonso Somarriba, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.

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