«MI NOVIA, MI INTIMIDAD Y MI INDEPENDENCIA MURIERON PORQUE FUI IMPRUDENTE Y ACELERÉ»
Periódicamente se encarga de dar charlas a personas de todas las edades, pero especialmente a jóvenes, para que tengan una visualización, en su persona, de los efectos devastadores que puede tener un accidente. «Les explico que yo no bebía ni fumaba, que jamás pensé que iba a tener un accidente, que eso era algo que les pasaba a los demás, al vecino, a uno de que sale en la tele. Nunca me imaginé en una silla de ruedas». Rodolfo Castillo Amaya dice que trata de hacerles llegar el mensaje de que todos pensamos que un accidente es una quiniela «que no nos va a tocar nunca, pero a mí me ha tocado y esta es mi vida. Muchos chavales, después de escuchar mi experiencia, salen llorando de las reuniones». [Ver artículo]
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