Hace apenas una semana, la fotografía de una carrera solidaria protagonizada por patos de goma, en la ría de Bilbao, dio la vuelta al mundo como ejemplo de una acción original. Los medios difundieron la noticia masivamente, apuntando que los 30.000 patitos llevaban incorporado un chip geolocalizador para que la organización pudiese conocer en todo momento su posición.
La empresa encargada de la implementación de ese sistema es Tag Ingenieros, una pyme con sede en Onteniente que se ha convertido, desde su nacimiento en 2007, en una referencia de este tipo de tecnologías.
Apenas cuentan con un equipo de quince personas, pero han conquistado silenciosamente el mercado. La mayor parte de su facturación proviene de la ejecución de proyectos, con la excepción de uno de sus productos: sus alfombras inteligentes antirrobo, de nombre Id Mat, que cientos de marcas han incorporado en la salida de sus tiendas para pillar a los cacos por sorpresa.
¿Cómo funcionan?
En esencia, el sistema es sencillo. "Es una alfombra, tipo felpudo. Nosotros utilizamos etiquetas de identificación por radiofrecuencia, un sistema que detecta todo lo que pasa por encima, por ejemplo los productos registrados de un establecimiento".
"Miden dos centímetros, al pisar no lo notas. Ya vamos por la tercera generación de antenas, y ahora el producto es más efectivo. También hemos logrado disminuir el grosor, para que las antenas sean más finas".
Del mismo modo que los sensores pueden detectar el artículo robado, también pueden identificar a un individuo registrado, por lo que no sólo sabes que te están robando, sabes lo que te están robando y quién te lo está robando"
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