Juan nos cuenta que un hombre está en una gasolinera, repostando su depósito, pagó
su gasolina y se compró un refresco. Se quedó un rato, apoyado sobre
su coche, para beberse su refresco y observó a dos hombres que estaban
trabajando a lo largo del arcén de la carretera.
Uno de ellos hacía un hoyo de 70 u 80 cm. de profundidad y continuaba hacia delante. El otro
venía detrás de él y rellenaba el hoyo.
Los dos hombres pasaron por delante de donde estaba el hombre
del refresco y continuaron a lo largo de la carretera. Este último
pensó... "No puedo aguantar esto", tiró el bote al contenedor de la
basura, y se dirigió por la carretera hacia los dos hombres.
"Esperen, esperen un momento", dijo a los hombres. "Me pueden explicar
que es lo que están haciendo, ¿con todo esto de excavar y rellenar los
hoyos?"
"Pues mire Vd., trabajamos para el gobierno, y simplemente hacemos
nuestro trabajo", dijo uno de los hombres.
"Pero uno de Vds. está cavando un hoyo y el otro lo está volviendo a
rellenar. No están produciendo nada. ¿No creen que están derrochando
el dinero de los contribuyentes?"
"Vd. no lo entiende, señor", dijo el otro hombre, apoyándose en su
pala y secándose el sudor. "Normalmente somos tres los que trabajamos:
Pepe, Juan y yo. Pepe excava el hoyo, Juan mete el árbol en el hueco, y yo vuelvo a rellenarlo con la misma tierra que hemos sacado".
"Debido a los recortes, han despedido a Juan... Así que ahora solo
quedamos Pepe y yo"
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