Tal como está la situación, no nos va a quedar más remedio que echar mano de esta mezcla de inventario y diccionario histórico del insulto castellano que nos manda Emilio.
La tradición hispánica, y su experiencia en relación con el amplio y complejo mundo del insulto, la singularidad de sus tontos, pícaros y mentecatos, bobos, truhanes y necios de todo pelaje, es numerosa y abundante en palabras y frases, en casos y anécdotas graciosas que han pasado a la historia no oficial, a la historia pequeña, menuda y popular. De esa riqueza se han extraído los insultos más sonoros y gráficos, más extendidos, populares antaño, algunos olvidados hogaño, todos exultantes de vida expresiva. Se recala, asimismo, en algunos personajes y bobos de renombre que han pasado a la lengua cotidiana; tontos insignes en su tontería, cuyas hazañas han quedado plasmadas en breves comparaciones populares. Son muchos, y seguramente no están todos los que fueron. Pero sí los que más hondo calaron en el ánimo popular.
No olvides que injuriar no está al alcance de cualquiera.
La tradición hispánica, y su experiencia en relación con el amplio y complejo mundo del insulto, la singularidad de sus tontos, pícaros y mentecatos, bobos, truhanes y necios de todo pelaje, es numerosa y abundante en palabras y frases, en casos y anécdotas graciosas que han pasado a la historia no oficial, a la historia pequeña, menuda y popular. De esa riqueza se han extraído los insultos más sonoros y gráficos, más extendidos, populares antaño, algunos olvidados hogaño, todos exultantes de vida expresiva. Se recala, asimismo, en algunos personajes y bobos de renombre que han pasado a la lengua cotidiana; tontos insignes en su tontería, cuyas hazañas han quedado plasmadas en breves comparaciones populares. Son muchos, y seguramente no están todos los que fueron. Pero sí los que más hondo calaron en el ánimo popular.
No olvides que injuriar no está al alcance de cualquiera.
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