UN SEXAGENARIO CORRALIEGO DE VIAJE CON EL IMSERSO

Este año, gracias al Imserso, Laura y yo hemos hecho un viaje que queremos compartir contigo. Generalmente las Canarias son uno de los destinos habituales y Tenerife, con su impresionante Teide, suele ser el más solicitado, pero nosotros hemos tenido la inmensa suerte de, además de a Tenerie, ir a otra isla que generalmente es menos conocida y que te recomiendo visites. Se trata de Lanzarote que es de origen volcánico, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Si quieres presenciar un paisaje lunar, sin necesidad de viajar en un cohete espacial, estás en el lugar adecuado.

También te diré que no tiene agua. La que hay es desalada y se utiliza para usos higiénicos. Si quieres beberla tendrá que ser de la embotellada que traen de alguna de las otras islas. Tampoco tienen ningún rio, ni prados por lo que es imposible ver vaca alguna, ni siquiera cabras.

Nada más llegar te sorprenderá una brisa que se encarga de suavizar la temperatura en las épocas calurosas y que remite en las menos cálidas, propiciando el que nada más exista una estación climatológica en ella: el verano. Te resultará conocido el comentario de alguna otra ciudad con idéntica climatología, en la que se dice que tiene dos estaciones, el verano y la del tren, pues aquí la del tren no existe ya que, dada su orografía, no dispone de trazado ferroviario. Lo que sí es cierto es que tiene una excelente y cuidada red de carreteras, por la que circulan escasos vehículos en comparación con el resto de nuestras ciudades, y un excelente servicio público de autobuses (guaguas).

Es el mayor de los contrastes que puede encontrarse cualquier peninsular en general y con más motivo un cántabro.

EXCURSIONES:
En el propio hotel nos propusieron varias excursiones que nosotros hicimos, para tener un mayor conocimiento de la isla.

Cueva de los Verdes, que es un túnel formado por una erupción del Volcán de la Corona, que se adentra en el mar, en un tramo submarino de más de un kilómetro, denominado Túnel de la Atlántida y que te introducirá en las entrañas de la tierra, en una experiencia única.

Los Jameos del Agua, al igual que la Cueva de los Verdes, se localizan en el interior del túnel volcánico y se encuentran situados en la sección de este túnel más cercano a la costa.

El Mirador del Río, desde donde pudimos contemplar una de las vistas panorámicas más espectaculares de Lanzarote y el archipiélago Chinijo.

El Parque Nacional de Timanfaya, que es el único parque nacional eminentemente geológico, donde destaca la ausencia de vegetación, la extrema rugosidad de las formas y la variedad de colores presentes. Aquí se te ofrece también la exótica posibilidad de hacer un viaje en dromedario por las inmediaciones del parque.

También pasamos a visitar la cercana isla de La Graciosa que es la menos poblada de todas las Canarias. No tiene carreteras ni coches. Los únicos vehículos existentes son media docena de todoterrenos, para que los turistas hagan viajes por el interior.

Visitamos la antigua capital Teguise y la actual: Arrecife.

Es obligado ver también el Jardín de Cactus y la Fundación César Manrique.

CONTINÚA LA HISTORIA DEL IMPENITENTE CORRALIEGO VIAJERO

Es conocida la leyenda, tal como te conté en el viaje a Disneyland que, cuando haces un viaje te encuentras a un corraliego durante el mismo, por lo que en cuanto estoy en un aeropuerto, como en este caso, activo el modo “localizar corraliego viajero” y volvió a funcionar y además en versión múltiple ya que fueron varios los localizados. El primero de ellos fue Manolo Fernández García, amigo de la infancia y alma mater del histórico conjunto musical de los años 60: “Los Duques”, que iba en viaje de trabajo, por lo que coincidimos escasos minutos en el aeropuerto de Bilbao. Resultó ser un gran conocedor de Lanzarote que fue nuestro inicial destino, dándonos una serie de indicaciones que seguimos al pie de la letra, siéndonos las mismas de gran provecho.

Posteriormente en el hotel de llegada a Lanzarote, me encontré a otro que se me había pasado desapercibido durante el viaje. Se trata de Pedro Alonso, al que conozco de toda la vida, por haber estudiado en La Salle, que iba con unos amigos. Luego cuando nos llevaron a Tenerife le tocó otro hotel distinto, pero coincidimos varias veces por la calle. Con los que coincidimos en ambos hoteles fue con José Antonio y Carmen, los padres de José y Carlos, los propietarios del Alquimia.

CÉSAR MANRIQUE:

César Manrique merece un capítulo aparte. Este pintor, escultor, arquitecto y artista español que tras residir durante años en Nueva York, decidió trasladarse definitivamente a Lanzarote, su isla natal, consiguiendo incidir, con un extraordinario acierto, en el desarrollo de la misma. En la isla, que iniciaba entonces su desarrollo turístico, promovió un modelo de intervención en el territorio en claves de sostenibilidad procurando salvaguardar el patrimonio natural y cultural insular; modelo que fue determinante en la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.

Consiguió que los que inicialmente fuesen considerados los parientes pobres de Canarias, se sientan ahora orgullosos de su patrimonio cultural y turístico.

Buscó la armonía entre el arte y la naturaleza como espacio creativo. Obtuvo, entre otros, el Premio Mundial de Ecología y Turismo y el Premio Europa Nostra, así como la Medalla de Oro de Bellas Artes.

Lanzarote estará permanentemente en deuda con este adelantado a su tiempo, que en 1985 proclamó su famoso Manifiesto de Sostenibilidad:

"Siempre estamos oyendo disculpas, inconvenientes, aprobaciones anteriores, leyes caducas y un sinfín de aparentes tropiezos que parecen imposibles de corregir, con tal de no parar esa barbaridad que se nos echa encima.

Todo se puede corregir. Depende del entusiasmo, de tener una verdad en las manos y una valiente y honrada decisión".