Cuando comer se convierte en una regla de tres, en contar, pesar, analizar cada componente, tirar de apuntes para no pasarse ni quedarse corto, el proceso pierde algo del encanto de uno de los placeres a los que tienen que renunciar los afectados por las enfermedades metabólicas innatas, miembros, muy a su pesar, del selecto club de las enfermedades raras. Cecilia es una niña de San Felices de Buelna afectada por fenilcetonuria, una de las afecciones más habitual de ese campo que la obliga, entre otras cosas, a no comer más de seis proteínas al día.
Isabel Pérez, madre de Cecilia, se enteró del problema de salud de su hija a los 10 días de nacer la niña y hacerle la conocida prueba del talón, que, entre otras cosas, detecta ese mal. Una enfermedad que puede acabar provocando deficiencias cerebrales y que desde el primer día te obliga a evitar la leche materna y acostumbrarse a análisis constantes.
Pulsa sobre la imagen para más información.
Pulsa sobre la imagen para más información.
No hay comentarios:
Publicar un comentario