Me dicen que no dé ideas, pero mejor voy a decir lo que pienso, que no se puede asegurar que siempre sea malo. Es un tópico, sin duda a veces cierto, que, en el régimen anterior, en los pueblos, veíamos al médico, el cura y el maestro siempre juntos, en el café, y las cosas allí se hacían a gusto de ellos. Bien, pues el calendario escolar, si es por ley que lo deban discutir ("negociar", dicen algunos) la consejería y los sindicatos, tendrá que ser así, al menos de momento y sin perjuicio de que luego el consejero consulte a otros -o, mejor, que vea antes a padres y tal, para llevar una concepción mejor definida luego a la reunión oficial, la de los sindicatos-. Como eso, de todas formas, no acaba de ser lo justo o lo adecuado, porque ahora afortunadamente todo el mundo se ha ido acostumbrando a tener voz, parece que la solución sería cambiar la ley, ¿no se dice que hay que romper el concordato con el Vaticano y empezar de cero con la religión en la escuela?, pues esto sería parecido; meter ahí a todos los implicados, o sacar la discusión de esa reunión y llevarla al consejo escolar. Pero todo esto no debe desenfocarnos el hecho de que es a la consejería, en definitiva, a quien compete diseñar el calendario; es ella la verdadera responsable de cómo va a quedar. Pero, si se cambiase la norma, como sugiero, yo no lo haría para complicar la situación, sino para simplificarla: la consejería fija el calendario, con sus criterios (que para eso está en el gobierno; luego lo hará otro, a su manera), y, como vivimos o queremos vivir en democracia, es normal que para eso hable con unos y con otros. Sin compromisos, eh. En todo caso, no parece de sentido común (dudo que en otros países sea así) que cada año haya que ponerse a discutir para definir el dichoso calendario; lo normal es que haya un modelo, que sostenga la consejería (aunque sea gobierno a gobierno, muy a la española), y ésta esté abierta a reajustes, puntuales, si algún sector lo pide, o si se da alguna circunstancia inusual. Aunque tenga que ser de hecho año tras año. Pero no por sistema. Y, por supuesto, que todo esto no estuviera sujeto a cálculos electorales, que parece que aquí sólo Vox y algún otro (de momento) cuidan la integridad.
Adolfo Palacios González, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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