Vamos a ello.
En todo caso, hemos llegado al final del 2º tramo, y solo queda decir que nuevamente he podido disfrutar recordando la historia de esta calle, no solo por entretener mi tiempo, sino fundamentalmente por la disponibilidad de todas las personas a las que he pedido información de todo lo que he necesitado. Puede que perciban algún error, alguna ausencia, posiblemente no he sabido plasmar lo que me contaban pero, trataré de no cometer más en el 3 er tramo de nuestra Avenida José María Quijano.
Así todo una pequeña aclaración: En el Tramo 1 al referirnos de furgoneta utilizada por El Maño ha surgido alguna controversia sobre cuál era el realmente el modelo utilizado. He hablado con el hijo de El Maño, y me ha comentado lo siguiente: primero se desplazaba en una moto Montesa, posteriormente compró una Brasford con motor inglés de las que se utilizaban en los aeropuertos, más adelante se decantó por las furgonetas Alfa Romeo de distintos colores. Su hijo continúo con el oficio de su padre con una Ebro. Problema solucionado, gracias a los que plantearon la duda y a los que nos la resolvieron.
José Francisco López Mora
Un error cometí al nombrar la tienda de tejidos que estaba al final del primer bloque de viviendas antiguas, creo que aún está el rótulo; me parece que dije "Infante" pero todo el mundo sabe dónde estaba la sastrería Infante; este otro local al que ahora nos referimos es "tejidos Vicente" -me parece, pues en este momento estoy en Santander y no lo veo-. Y un recuerdo para los cinco (?) plátanos que aún quedan, aunque algo desmochados, cercanos a la vía, en la calle que bordea el antiguo casino, que tan agradable sombra daban en ese tramo durante los domingos de vermut y rabas de mi infancia, que se tomaban en ese balconcillo del casino que aún podemos ver, donde se tertuliaba observando desde arriba a los viandantes. No recuerdo si llegué, empero, a ver funcionar la pequeña taquilla, cercana a la farmacia, donde se expendían billetes para el teatro del casino. Allí enfrente, en el suelo, encontré mi primera moneda que recogí de la calle, detalle que a algunos puede parecer excesivamente anecdótico y personal, pero fue el primer dinerillo que "gané", y, qué caramba, a todos nos gusta compartir detalles que, por íntimos, pueden ser hasta pueriles, y ahí lo tenéis. Decir también que una vez vinieron dos tipos, montados en una moto, echando una carrera con el tren, desde Caldas, por la carretera paralelos a él, y llegados al paso a nivel traspasaron la barrera con la marcha que llevaban y se mataron contra el tren; eso me contó mi padre, aunque ahora dudo si será verdad, porque sospecho que Jesús Palacios, algunas cosas se las inventaba, para hacerme soñar y tener una presencia en mi cerebelo, que así soy yo un poco también con los niños. Y ved, a todo esto, cómo ha quedado la casa Pilatti tras los retoques de color y barniz que Yeyo le ha aplicado en puerta y ventanas...
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