La planta Nissan Cantabria de Los Corrales de Buelna ha iniciado su actividad este lunes con un mínimo de su plantilla y todas las medidas de seguridad marcadas por el estado de alerta general. Se han abierto tres líneas de moldeo del área de fundición, además de los talleres auxiliares y una pequeña parte del área de mecanizado para dar respuesta a las demandas de los clientes. Una primera fase que tiene como objetivo la recuperación paulatina de la actividad ordinaria en la fábrica cántabra.
Se ha tomado la temperatura a cada operario y se ha extremado el aseo y la separación entre trabajadores en la entrada, salida y durante las horas de trabajo. Una pequeña parte del personal de oficinas también ha regresado pero es más el que mantiene el teletrabajo, alternativa recomendada para todos aquellos puestos en los que esta medida se pueda aplicar. En cualquiera de los casos, ajustando el número de líneas y relevos a las necesidades.
Poniendo por delante la salud y la seguridad de los empleados, la dirección de Nissan Motor Ibérica ha marcado un protocolo que incluye medidas de protección y prevención laboral con plenas garantías sanitarias.
Se ha tomado la temperatura a cada operario y se ha extremado el aseo y la separación entre trabajadores en la entrada, salida y durante las horas de trabajo. Una pequeña parte del personal de oficinas también ha regresado pero es más el que mantiene el teletrabajo, alternativa recomendada para todos aquellos puestos en los que esta medida se pueda aplicar. En cualquiera de los casos, ajustando el número de líneas y relevos a las necesidades.
Poniendo por delante la salud y la seguridad de los empleados, la dirección de Nissan Motor Ibérica ha marcado un protocolo que incluye medidas de protección y prevención laboral con plenas garantías sanitarias.
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