EL DOLOR DE LAS VÍCTIMAS

Con motivo de lo de las listas de Bildu, hemos oído hablar estos días, a distintos políticos, de tener en cuenta el dolor de las víctimas. Cada vez que lo oigo se me hace corta esa consideración. Hay que cuidar las frases, que no solo significan, a la vez hacen presuponer cosas, que ahí permanecen, subconscientes: si se habla del dolor de las víctimas, ¿significa que el asunto sólo importa en la medida en que atañe a las familias de los muertos y a los que quedaron lisiados? Si todos ellos desaparecieran, ¿ya el tema no importaría? A mí, o al político de turno, si ETA no nos mató a nadie, ¿entonces no nos toca? A mí los crímenes de ETA me importaron desde el primer momento, como español, y creo que debemos presuponer que es la sociedad, la concernida. Hablemos, pues, de otra manera, seamos creativos si hace falta, pero tengamos cuidado en no evidenciar falta de compromiso. Las víctimas ya tuvieron que soportar soledad, desatención y hasta desprecio, como para que ahora se las siga encerrando en un círculo de "esos a los que esto les importa".

Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario Montañés.