Se sabe que, cuánto más espacio se concede a los coches para que circulen con holgura, más se vuelve a llenar enseguida, de manera que no suele tener mucho sentido la ampliación de carriles, etc. Nuestras ciudades están, ya hace años, por la labor de peatonalizar. Grandes ejemplos de reserva del centro urbano al peatón, de introducción del tranvía, de uso del transporte público, como el tren, los vemos en Europa. Lo que yo me pregunto, tras estar en Alemania recientemente, es cómo es posible que, en un país donde tantas fábricas y puestos de trabajo se dedican al automóvil, y donde éste es todo un icono de tecnología y de estatus para muchos, apenas se vean coches por los centros de las ciudades, y esté sin embargo tan extendido el uso de la bicicleta, incluso en días de nieve. Por eso, cuando aquí decimos: "eso sería imposible", debemos atender a esos casos contraintuitivos.
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