Recuerdo que en una encuesta de los años 90, cerca de la mitad de los jóvenes declaraban no saber que fumar era malo. Difícil de creer. Hoy vemos a muchos críos con el móvil, cuando ya se sabe que no hay que habituarlos. Cuando se vean las consecuencias, muchos padres dirán que no lo sabían. Liguemos esto con las adicciones en el trabajo: algún sindicato, reconociendo que hay problema, piden tratar al obrero que se droga "como enfermo que es". Pero no podemos admitir una patologización generalizada, quizá una victimización interesada, del trabajador en cuestión. Cierto que tradicionalmente se cayó en lo contrario, en culpabilizar. Pero la relación de los trabajadores con las sustancias es diversa, una supuesta dependencia inmanejable podría ser realmente uso "recreativo". Pero que repercute en la seguridad y el rendimiento. La voluntad, la persona, tienen su papel, su poder, no lo olvidemos. ¿A las instituciones y los empresarios se les supone capaces de tener responsabilidad, y al resto del personal no?
Adolfo Palacios para Cartas al Director de El Diario MontañésEl Diario Montañés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario