España requiere de 350.000 donaciones de sangre más al año para lograr el autoabastecimiento. Ser donante constituye un deber cívico, que debería ser recompensado con un mayor reconocimiento social. Los especialistas han advertido del riesgo de que las reservas puedan verse mermadas por el incremento poblacional; y, en concreto, por la escasa cultura en favor de la donación que han recibido una parte significativa de los nuevos ciudadanos procedentes de la inmigración. Por ello, resulta imprescindible ampliar la información para aquellos que puedan albergar dudas sobre la correcta utilización de las extracciones y fomentar éstas como un gesto de solidaridad que todos podemos precisar en algún momento delicado de nuestra vida.
Como conozco la solidaridad de los corraliegos y por si alguien está interesado en obtener más información, le proporciono la posibilidad de contactar con el Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria, pulsando aquí.
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