NISSAN INVESTIGA UN POSIBLE DESFASE DE OCHO MILLONES EN LA PLANTA DE LOS CORRALES
A la alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio, la noticia de la situación interna de la fábrica de Nissan le pilló ayer totalmente de sorpresa. Recordó que el ayuntamiento ya manifestó su «preocupación» cuando se sustituyó al anterior director, Jesús Montoliú, «pero los temas internos de estructuración y organización de la empresa no nos corresponden. No sabemos a qué pueden obedecer». Toribio aseguró que «en el equipo de gobierno confiamos en que sólo sea una reestructuración al llegar una nueva dirección».
Muy semejante era la reacción de los vecinos del pueblo, entre los cuales un número importante son trabajadores o familiares de empleados de la planta fabril. Para muchos, la situación es preocupante: hasta ahora, las informaciones hablaban de una situación privilegiada de la factoría frente a otras del mismo grupo e, incluso, del sector automovilístico. Y se preguntaban si todo lo dicho hasta ahora había sido «un mero telón para ocultar la verdadera situación de la planta».
Para los trabajadores, se inicia un periodo de «preocupación contenida», a la espera de los resultados de la auditoría. No se descarta que «ruede alguna cabeza», pero tampoco que se tomen otras medidas menos drásticas. Se habla de una reestructuración en la dirección que supondrá un nuevo periodo en la planta, pero más de redefinición del futuro que de ruptura definitiva con lo anterior. [+ información]
A la alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio, la noticia de la situación interna de la fábrica de Nissan le pilló ayer totalmente de sorpresa. Recordó que el ayuntamiento ya manifestó su «preocupación» cuando se sustituyó al anterior director, Jesús Montoliú, «pero los temas internos de estructuración y organización de la empresa no nos corresponden. No sabemos a qué pueden obedecer». Toribio aseguró que «en el equipo de gobierno confiamos en que sólo sea una reestructuración al llegar una nueva dirección».
Muy semejante era la reacción de los vecinos del pueblo, entre los cuales un número importante son trabajadores o familiares de empleados de la planta fabril. Para muchos, la situación es preocupante: hasta ahora, las informaciones hablaban de una situación privilegiada de la factoría frente a otras del mismo grupo e, incluso, del sector automovilístico. Y se preguntaban si todo lo dicho hasta ahora había sido «un mero telón para ocultar la verdadera situación de la planta».
Para los trabajadores, se inicia un periodo de «preocupación contenida», a la espera de los resultados de la auditoría. No se descarta que «ruede alguna cabeza», pero tampoco que se tomen otras medidas menos drásticas. Se habla de una reestructuración en la dirección que supondrá un nuevo periodo en la planta, pero más de redefinición del futuro que de ruptura definitiva con lo anterior. [+ información]
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