LA BANCA Y LOS PARTICOS POLÍTICOS

Nuestros grandes bancos, Santander y BBVA, parece que navegan con relativa seguridad, a pesar de la crisis, tratando ambos de obtener los máximos beneficios que premien la fidelidad de sus clientes, con profesionalidad, discreción y dentro de la legalidad vigente.

No se me pasa por la imaginación que uno de los presidentes de estas corporaciones haga manifestaciones públicas desacreditando al presidente de la otra entidad, ni que uno de ellos no se levante a saludar o no se presente a una cita concertada con el otro. Tampoco me imagino a alguno de estos dirigentes apareciendo en programas del corazón alabando las ventajas de su institución, con el fin de promocionarla.
La diferencia entre nuestros dirigentes bancarios y políticos es bien patente. Los bancarios se nutren de gente brillante de la universidad y la empresa privada que sepan navegar en cualquier mar, llegando al extremo de arreglárselas para que si sus naves sufren algún deterioro en alguna tempestad, sean los políticos los que financien la reparación. Algunos partidos políticos la imagen que transmiten es la de nutrirse de aquellos cuyos méritos principales hayan sido iniciarse en el partido pegando carteles para, tras una fase de “adoctrinamiento político”, promocionar a los que muestren una mayor sumisión/fidelidad al líder.
Visto cómo nos va, ¿no sería conveniente la utilización en política de profesionales serios que se dediquen a aunar esfuerzos, trabajando sólo para salvar al barco, en vez de gobernantes que se dediquen a politizar y enfrentar a la tripulación?
A. José Salas en Cartas al Director, de El Diario Montañés.