LOS PRIVILEGIOS DE LOS POLÍTICOS
Si bien lo de la nómina de los controladores aéreos ha dado la vuelta al país, poco se habla de que hasta el 75% de los ingresos reales de los políticos no está sujeto a IRPF porque se considera como indemnización para gastos de su cargo. En concreto, entre el 40% y el 75% del sueldo real de diputados, senadores y, en general, cualquier cargo de representación pública, goza de exención fiscal. No tributa a Hacienda gracias a las abultadas dietas que cobran.
La primera gran diferencia entre una pensión pública y una pensión de un alto cargo, es que un ciudadano nunca podrá recibir dos salarios del erario público y un político llegará a cobrar dos o tres. Por si ello fuera poco, mientras que cualquier español de a pie deberá cotizar 35 años para cobrar la totalidad de la pensión a la que tiene derecho, a los miembros del gobierno les basta con jurar el cargo y acumular siete años de ejercicio para obtener la pensión máxima.
Sus señorías también tienen derecho a percibir una indeminación económica por cese en el cargo, bajo la excusa de que cuando se produce el cese, la vuelta a su ocupación «habitual», si la hubo, suele acarrear dificultades. Un parlamentario que al mes percibe como salario medio unos 4.000 euros al mes (más dietas), recibirá una indemnización equivalente a una mensualidad de la asignación por cada año de mandato parlamentario y hasta un límite de 24 mensualidades. El Sr. Montilla, todavía presidente de los catalanes, percibirá los dos próximos años, 120.000 euros anuales, «...la pela es la pela» El Sr. Rodríguez Ibarra, ex-presidente extremeño, por ideología o por principios renunció a ese dinero. Cuando un ministro cesa tendrá derecho a una indemnización del 80% del salario hasta 24 meses como máximo. Una cuantía que podrá compaginarse con el sueldo de diputado o senador.
En resumen, los políticos españoles acumulan indemnización por cese de actividad, así como la percepción de pensiones máximas y sueldos de forma simultánea con apenas unos años cotizados. Mientras, PP y PSOE negocian para rebajar las pensiones a todos los contribuyentes al tiempo que retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, aumentando los años de cotización necesarios para recuperar el dinero que mes a mes nos resta de los sueldos la Seguridad Social.
[Felipe Badía en El Diario Montañés]
Si bien lo de la nómina de los controladores aéreos ha dado la vuelta al país, poco se habla de que hasta el 75% de los ingresos reales de los políticos no está sujeto a IRPF porque se considera como indemnización para gastos de su cargo. En concreto, entre el 40% y el 75% del sueldo real de diputados, senadores y, en general, cualquier cargo de representación pública, goza de exención fiscal. No tributa a Hacienda gracias a las abultadas dietas que cobran.
La primera gran diferencia entre una pensión pública y una pensión de un alto cargo, es que un ciudadano nunca podrá recibir dos salarios del erario público y un político llegará a cobrar dos o tres. Por si ello fuera poco, mientras que cualquier español de a pie deberá cotizar 35 años para cobrar la totalidad de la pensión a la que tiene derecho, a los miembros del gobierno les basta con jurar el cargo y acumular siete años de ejercicio para obtener la pensión máxima.
Sus señorías también tienen derecho a percibir una indeminación económica por cese en el cargo, bajo la excusa de que cuando se produce el cese, la vuelta a su ocupación «habitual», si la hubo, suele acarrear dificultades. Un parlamentario que al mes percibe como salario medio unos 4.000 euros al mes (más dietas), recibirá una indemnización equivalente a una mensualidad de la asignación por cada año de mandato parlamentario y hasta un límite de 24 mensualidades. El Sr. Montilla, todavía presidente de los catalanes, percibirá los dos próximos años, 120.000 euros anuales, «...la pela es la pela» El Sr. Rodríguez Ibarra, ex-presidente extremeño, por ideología o por principios renunció a ese dinero. Cuando un ministro cesa tendrá derecho a una indemnización del 80% del salario hasta 24 meses como máximo. Una cuantía que podrá compaginarse con el sueldo de diputado o senador.
En resumen, los políticos españoles acumulan indemnización por cese de actividad, así como la percepción de pensiones máximas y sueldos de forma simultánea con apenas unos años cotizados. Mientras, PP y PSOE negocian para rebajar las pensiones a todos los contribuyentes al tiempo que retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, aumentando los años de cotización necesarios para recuperar el dinero que mes a mes nos resta de los sueldos la Seguridad Social.
[Felipe Badía en El Diario Montañés]
1 comentario:
Un controlador es una persona con una formación profesional y unos estudios que le capacitan para ganar un elevado sueldo, además a un controlador se le exige saber inglés, mientras que nuestro Presidente del Gobierno no tiene los suficientes conocimientos para defenderse mínimamente en ese idioma. Muchos de los demás miembros del Gobierno tienen el Bachiller y gracias.
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