ANARQUISMO Y LUCHA ANTIALCOHÓLICA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
El alcohol es visto como un arma del enemigo que hay que combatir, porque “a mayor núcleo de bebedores, mayores ventajas de sometimiento, ya que poco a poco la bebida quita la energía, la salud, la nobleza y el entendimiento y, lo que es peor, el sentido de la dignidad”
Desde la perspectiva anarquista el alcohólico ya no es un enfermo, víctima de la explotación capitalista; ahora es un traidor a la Revolución. “El borracho es un ser despreciable que hay que aniquilar —afirma el semanario “Agitación”—. El que se emborracha en estos momentos deja de ser un camarada para convertirse en un enemigo”. “Un borracho es un parásito. ¡Eliminémosle!”, exige un cartel del Departamento de Orden Público de Aragón.
Los autores rastrean en documentos de toda índole como archivos, prensa de la época, carteles y filmografía. [ver artículo]
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