3 DE CADA 4 EURODIPUTADOS ESPAÑOLES COBRAN SIN DAR PALO
Fíjese bien en estos nombres: Raúl Romeva, Ramón Tremosa, Ana Miranda e Izaskun Bilbao. ¿Cuántos de ellos reconoce? ¿le inspiran confianza? ¿estaría dispuesto a votar por una candidatura que encabezara alguno de ellos? Si les hablo de Jaime Mayor Oreja, Magdalena Álvarez, Luis Yáñez o José Manuel García-Margallo, es muy probable que enseguida los identifique, e incluso que haya votado en alguna ocasión por ellos, hasta incluso como cabezas de lista. Pues bien, los cuatro primeros son los eurodiputados del Estado español que obtienen una evaluación sobresaliente por su trabajo y nivel de asistencia en el Parlamento Europeo, mientras que en el segundo grupo –el de nombres bien conocidos como los de Mayor Oreja o Magdalena Álvarez– figuran los que cierran la clasificación con un nivel de trabajo poco mayor que cero.
Resulta especialmente preocupante –e indignante– la dejadez de buena parte de los eurodiputados españoles, y muy especialmente el desinterés del PP y del PSOE por el trabajo en esa institución. [ver artículo completo]