Desde Argentina me llega este artículo, publicado en lanacion.com:
Después de mucho tiempo me he dado cuenta que los problemas de los jubilados sólo les interesa a los propios jubilados y en muchos casos ni a ellos mismos, porque ya están vencidos y llenos de angustias; pareciera que sólo esperan lo único seguro que hay en esta vida, que es la de pasar a la eternidad. Hoy y siempre son maltratados, inclusive hasta por sus propias familias. Entonces, ¿por qué pretendemos que los periodistas nos atiendan? ¿Que el Gobierno nos ayude?
Siempre fuimos la variable de ajuste y nunca nos dimos cuenta que éramos jubilados, siempre tratamos de evitar hablar del tema, ¿cómo voy a hablar de mi jubilación si todavía soy joven? Y los años pasan y los que llegan tienen que sufrir las consecuencias de ser "viejo". ¿Quién se va a fijar en nosotros? Si no somos productivos, sólo somos un gasto dentro de un presupuesto que no hay mas remedio que cumplir.
Para darse cuenta de todo esto sólo basta con prestar atención a nuestra vida cotidiana. ¿Quién cede el asiento a una persona mayor (ya son muy pocos)? ¿Vieron cómo son tratados en las colas de los bancos? ¿Vieron cómo son tratados en los hospitales? En el único momento que somos más o menos importantes es en épocas de elecciones, allí los políticos se rasgan las vestiduras para pelear por nuestros derechos. Es muy difícil que un país tenga futuro si no respeta a sus mayores, ¿por eso estamos como estamos? Dios quiera que los jóvenes de hoy, en algún momento se pongan a pensar realmente en el futuro y no olviden que en ese tiempo también ellos serán adultos mayores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario