El domingo realizamos una de las marchas de Luchamos por la Vida, que terminó en San Pedro del Romeral. En el viaje de retorno, Ignacio, con el fin de amenizarnos el trayecto en autobús, contó un chiste apropiado a la zona pasiega por la que transitábamos y que os reproduzco a continuación:
Un pasiego estaba llamando a su vecino: Nel, Nel, ….
Como este no contestaba pensó que era porque no oía su llamada, por lo que se introdujo en la finca camino de la cabaña.
Cuando estaba próximo a ella, apareció un chico de unos 12 años, hijo menor de Nel, que habiendo oído que llamaban a su padre, se disponía a atender esa llamada.
El pasiego preguntó al zagal: ¿No está tu padre?
El chico respondió que había partido a primera hora de la mañana, con su hermano mayor, a la feria de Torrelavega, con la intención de vender una vaca.
El muchacho, haciendo un acto de responsabilidad, se ofreció a socorrer al vecino, en lo que fuese necesario, ya que su padre la había dado indicaciones de que en su ausencia quedaba encargado de atender cualquier demanda que se le presentase.
El vecino rechazó esta propuesta de colaboración porque el tema que le había llevado hasta allí demandaba la ineludible presencia de su padre, ya que su hermano mayor había dejado preñada a su hija, y quería tratar con Nel la forma de arreglar tal desaguisado.
El muchacho, una vez conocido el asunto, reconoció que efectivamente era necesaria la presencia del padre, alegando que él solamente sabía lo que pedía su padre por “echar” el toro, pero que desconocía lo que pediría por “echar” a su hermano.
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