MITO 1: LA GRIPE SÓLO ES UN MAL RESFRIADO
La verdad: Aunque la gripe puede presentar síntomas similares a los de un resfriado severo, es una enfermedad mucho más seria que puede causar graves complicaciones de salud e incluso la muerte. De hecho, se estima que entre 40.000 y 220.000 personas mueren cada año en la Unión Europea por esta causa.
MITO 2: LA GRIPE SÓLO ES PELIGROSA PARA LAS PERSONAS MAYORES Y LOS ENFERMOS CRÓNICOS
La verdad: Todo el mundo está en riesgo de contraer la gripe. De hecho, los adultos que trabajan representan casi la mitad de todos los casos de infección. Si bien el riesgo de complicaciones es menor, no es despreciable y además hay que tener en cuenta su papel transmisor de la gripe a personas susceptibles de padecer complicaciones. La gripe también puede ser grave en los niños sanos menores de un año, que tienen un riesgo similar de ser hospitalizados por gripe al de los adultos mayores o con enfermedad crónica.
MITO 3: SI UNO SE ENCUENTRA BIEN NO PUEDE TRANSMITIR EL VIRUS DE LA GRIPE
La verdad: El 33% de las personas que son infectadas por el virus de la gripe no muestra ningún síntoma, pero pueden transmitirlo a otras. Por eso, cuando uno se protege frente a la gripe, también está ayudando a otros a hacerlo, entre ellos a su familia y amigos. Además, durante el periodo de incubación (entre 18 y 36 horas desde que el virus entra en el organismo hasta que aparecen los primeros síntomas) también se puede contagiar la enfermedad.
MITO 4: LA VACUNA PUEDE PROVOCAR LA GRIPE
La verdad: La inmunización de la gripe no puede provocar la infección. La vacuna está hecha de partes incompletas e inactivadas del virus, lo que significa que no pueden reproducirse en el cuerpo ni, por tanto, desarrollar la gripe.
MITO 5: LAS PERSONAS SANAS NO NECESITAN VACUNARSE
La verdad: Cualquier persona, sana o con alguna enfermedad previa, puede padecer una gripe severa. Más del 30% de los niños en edad escolar y uno de cada siete adultos padecen la enfermedad cada temporada. La vacuna reduce la posibilidad de contagio en un 70%-90% de los casos, por lo que las personas sanas también pueden beneficiarse de la vacunación.
MITO 6: LA VACUNA NO EVITA QUE UNO ENFERME DE GRIPE
La verdad: Es cierto que se puede padecer la gripe a pesar de la vacuna. Sin embargo, es poco frecuente, por lo que la vacunación sigue siendo muy recomendable. La vacuna previene el riesgo de contagio en el 70-90% de los adultos sanos y en el 60% de las personas mayores.
Normalmente, la vacuna tarda de dos a tres semanas en materializar su efecto protector. Durante el periodo en el que el cuerpo está inmunizándose es posible contraer el virus y enfermar, lo que no significa que la vacuna no funcione (sólo que no ha tenido suficiente tiempo para hacer efecto).
También puede ocurrir, aunque es raro, que en ese momento, los virus circulantes sean diferentes a los que incluye la vacuna. Otra posibilidad es que la infección se haya producido por otros agentes infecciosos que provocan enfermedades con síntomas similares a los de la gripe pero que, afortunadamente, suelen ser mucho más leves. Puesto que estos virus no están relacionados con el de la gripe, no se pueden prevenir a través de la vacuna antigripal.
MITO 7: LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LA VACUNA DE LA GRIPE PUEDEN SER PEORES QUE LA ENFERMEDAD
La verdad: Los riesgos potenciales de la vacuna de la gripe son muy pequeños comparados con los beneficios probados y sólidos que ha demostrado en los estudios clínicos a gran escala, así como en cientos de millones de personas vacunadas en todo el mundo a lo largo de más de 60 años de experiencia. Por eso, las autoridades sanitarias a nivel mundial recomiendan la vacunación.
Los efectos secundarios más comunes que se han observado tras la inyección son reacciones locales como el dolor y/o enrojecimiento de la piel. Estas reacciones normalmente son leves y desaparecen uno o dos días después sin necesidad de tratamiento. Las reacciones sistémicas como dolor de cabeza o fatiga (debilidad física) son menos frecuentes.
MITO 8: LA VACUNACIÓN NO ES NECESARIA SI EN AÑOS ANTERIORES UNO SE VACUNÓ O PASÓ LA GRIPE
La verdad: La inmunidad obtenida a través de vacunaciones o infecciones anteriores probablemente no sea adecuada contra los nuevos virus de la gripe circulantes, ya que estos evolucionan y cambian. Además, la vacuna de la gripe tiene validez durante 6-12 meses, lo que significa que una vacuna recibida hace más de un año no protege apropiadamente. Esta es la razón por la que la composición de la vacuna cambia anualmente y también por la que es necesario renovar la vacunación cada temporada.
MITO 9: SI EN NOVIEMBRE UNO AÚN NO SE HA VACUNADO, YA ES TARDE
La verdad: La protección tardía siempre es mejor que no protegerse. En los países del hemisferio norte la temporada de epidemia de gripe comienza normalmente en otoño y continúa durante los meses de invierno, con su pico máximo a mediados o finales del invierno, es decir, entre enero y marzo. Aunque el momento óptimo de vacunarse es entre setiembre y noviembre, hacerlo después de estas fechas sigue siendo beneficioso. En el caso de los países del hemisferio sur, la temporada gripal se da entre los meses de mayo y septiembre, por lo que sería recomendable inmunizarse entre enero y abril.
MITO 10: LOS ANTIBIÓTICOS CURAN LA GRIPE
La verdad: La misión de los antibióticos, como la penicilina, es matar bacterias, pero no funcionan frente a virus como el de la gripe y sólo deben utilizarse en caso de que existe una sobreinfección bacteriana de las vías respiratorias. En casos muy particulares de especial riesgo puede estar indicada la administración de antivirales, cuya utilidad es limitada respecto a la vacunación. [+ información]
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