La terrible crisis económica que sacude a los ciudadanos de los países del Sur de Europa rescatados o a punto de serlo, España, Portugal, Italia y Grecia, no se refleja en la clasificación que ocupan sus selecciones nacionales de fútbol en el ranking mundial.
Las selecciones nacionales de fútbol son un poderoso instrumento de propaganda de los Gobiernos, a las que considera vectores muy relevantes para vender una buena imagen del país, y unas eficaces transmisoras de autoestima.
La importancia de que el circo no decaiga se aprecia en el hecho de que los Gobiernos han tolerado deudas astronómicas con la Seguridad Social, de casi 800 millones de euros, y las autoridades locales y regionales están dispuestas a cualquier favor, aun prevaricando, a los equipos del lugar.
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