Ante tantos episodios violentos como vienen sucediéndose en nuestra sociedad, debemos tener muy claro que la violencia no es machista ni feminista, es simplemente violencia venga de donde venga y contra quien vaya, sean agresiones sexistas, homófobas, de procedencia terrorista o bien delincuencia común, todas ellas siempre condenables.
Entiendo que es un error dar nombres diversos a la misma y que bien no conduce a nada. Por otro lado, las concentraciones de repulsa y condena deben ser en todos los casos, no para unos sí y para otros no, descartando la conveniencia de los convocantes o bien utilizándolas políticamente en función de los intereses de cada grupo.
Ángel Santamaría en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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