El famoso carril bus está especialmente diseñado para el uso del Servicio Municipal de Autobuses, teniendo a su disposición un carril en exclusiva, que hemos costeado entre todos, con el pretexto de ganar tres minutos entre Valdecilla y el Sardinero. Pero lo peor está por venir, porque para evitar que el resto de ciudadanos perturbemos esta exclusividad, han puesto unas cámaras con el fin de multar a quienes intenten la temeridad de ocupar el citado espacio.
¿Quiénes saldrán más beneficiados por esta medida? En primer lugar, la nueva casta automovilística creada por la Administración. En segundo lugar los propietarios de aparcamientos privados, a los que los viene muy bien el que se vayan reduciendo paulatinamente, y bajo cualquier pretexto, los aparcamientos en superficie. Y para terminar la propia Administración que ya ha instalado las cámaras disuasorias antes de terminar la obra.
Queda pues en el aire la pregunta de si dicho carril tiene como principal objetivo agilizar el tráfico de los servicios públicos, entorpeciendo el de los demás ciudadanos, o sangrar los bolsillos de los vecinos que hemos costeado la operación.
A. José Salas, en Cartas al Director, de El Diario Montañés.
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