Sin cumplir los 20 me preguntas ¿qué país nos dejáis? Hoy se jubila una generación que nació en los cincuenta. Fuimos hijos de soldados de una guerra. Después no hubo tierras ni trabajo ni justicia. Solo odio. Y desde allí levantamos un país, lo democratizamos y lo pusimos en el mundo. ¿Os habéis preguntado qué nos dejaron a nosotros? Todo por hacer. Aprendimos a vivir y sobrevivir. ¿Calefacción? Una botella de agua caliente a los pies. Convivimos con golpes de porras. Trabajamos la tierra a mano. Ahorramos para vosotros. Comimos pan con vino y azúcar. Remendamos zapatos, pantalones, camisas. Crecimos con espíritu de rebelión. Construimos casas dignas, llegamos a la universidad y logramos un bienestar. No conocéis el pasado. Jugábamos en la calle, que nos enseñó a vivir. Sois hijos del coche, del ordenador e Internet. No conocéis la necesidad y me alegro. Pero, sin cobertura en el móvil me preguntas ¿qué país nos dejáis? Mi generación termina su camino. Es vuestro momento. Estáis preparados. Poder sí podéis. Seguro que queréis, pero no sé si lo entendéis. Mejorad nuestra historia. No será fácil. Cuando la rueda no gira hacia adelante, no vuelvas a decirme qué país os dejamos. Por favor, dadnos las gracias.
Jesús Añaños Vinue, de Zaragoza en La Carta de la Semana de XLSemanal
1 comentario:
La tal carta ("Qué país nos dejáis") es interesante para mí porque entra, o parece entrar, en contradicción con la que yo recientemente mandé, "¿Cambiar el mundo?", y que salió en el Diario. En ella decía que mi generación no ha hecho lo suficiente, sobre todo a nivel ecológico, y que ahora encima decimos a los jóvenes que tienen que cambiar el mundo.
Sería interesante una confrontación de pareceres entre distintas personas de "nuestra" quinta; y a la vez, después, entre gente de nuestra quinta y jóvenes de hoy. Y también entre jóvenes de hoy y otros jóvenes de hoy.
Recuerdo una vez, hace veinte años, en una reunión de ecologistas, un joven decía que no se fiaba de lo que pudiera decir o pretender nadie mayor de cuarenta años; me resultó curioso porque días antes había estado hablando con un amigo mío, veterano de CC. OO. que opinaba sobre la juventud que veía en Santander, en España, y había proclamado "¡Los jóvenes son gilipollas!". Con ese nivel de confrontación mutua no se podía llegar a nada, evidentemente; pero esa curioso, el tema de la percepción mutua, por parte de personas a quienes yo suponía al tanto de la actualidad y la realidad social.
Por otro lado, dentro de una misma generación hay distintas percepciones del tiempo que se vive, ¿verdad? Mi padre, que obviamente no era de mi generación, seguramente también habría estado de acuerdo con mi carta de "¿Cambiar el mundo?", pues él siempre estuvo descontento con el rendimiento y con la actitud de la gente, la gente de su generación, evidentemente; a él siempre le pareció que las cosas se podían hacer mejor, y se supone que mi padre había tenido las mismas, o parecidas.
Así que supongo que mi padre, con ser más viejo que el de la carta del "Semanal", habría estado, sin embargo, más de acuerdo conmigo; mi padre me dejó, a mí, un "mundo" mejor que el que tu generación ha dejado a los jóvenes de hoy. Creo que así lo vería Jesús Palacios, y así lo ve Adolfo. Y eso que soy menos idealista que mi padre.
Pero comprendo que, como he dicho, dentro de un mismo grupo generacional las visiones son diferentes.
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